El índice PMI de producción compuesto del NBS en China ha experimentado una caída en octubre de 2023, situándose en 50,7 desde el 52,0 del mes anterior. Esta cifra representa el nivel más bajo desde diciembre de 2022, evidenciando signos de desaceleración en la economía china.
La actividad fabril en China se contrajo de manera inesperada en octubre, después de haber experimentado un crecimiento en septiembre. Por otro lado, el sector de servicios también mostró un crecimiento reducido, siendo el más bajo en los últimos 10 meses. Estos datos resaltan la incertidumbre que rodea la recuperación económica del país. A pesar de que Beijing ha emitido 1 billón de CNY en bonos gubernamentales destinados a la reconstrucción de áreas afectadas por desastres naturales, los expertos consideran que esta cantidad no es significativa para generar un impacto real en la economía.
China enfrenta varios desafíos en su camino hacia la recuperación económica. Una crisis inmobiliaria prolongada ha afectado gravemente la economía, y factores externos han añadido más presión a la situación. En respuesta a esto, desde junio, el gobierno ha implementado una serie de medidas para impulsar la economía, como recortes modestos en las tasas de interés y un aumento en las inyecciones de efectivo. Sin embargo, la agencia de estadísticas del país ha señalado la necesidad de fortalecer aún más las bases para una recuperación sostenible.
La desaceleración en el índice PMI de China es una señal de alarma para la economía global, ya que China es uno de los principales motores económicos del mundo. La contracción en la actividad fabril y la desaceleración en el sector de servicios sugieren que la recuperación económica del país podría no ser tan robusta como se esperaba. Las medidas adoptadas por el gobierno chino hasta ahora indican un reconocimiento de la gravedad de la situación, pero es esencial que se tomen acciones más contundentes para garantizar una recuperación sostenida y evitar posibles repercusiones en la economía mundial.