El indicador PMI compuesto de China (que considera las órdenes de compra de los sectores manufactura y servicios) bajó en julio a 52,5 puntos luego del máximo de 13 meses alcanzado en junio, debido al creciente número de infecciones por Covid-19 y las restricciones de movilidad en algunas ciudades. La actividad fabril se contrajo inesperadamente luego de una estabilización en junio, mientras que el sector servicios se expandió a un ritmo más lento.
Para China tanto el entorno interno como el externo se han puesto más complejos y severos, lo que ha determinado que el gobierno chino implemente políticas para estabilizar el crecimiento y promover el consumo. Como resultado de esto y de las fuertes fluctuaciones de los precios de las materias primas, las empresas chinas han adoptado un enfoque de esperar y ver y suavizar sus intenciones de compra, y eso es lo que se aprecia en los nuevos datos del PMI.