El Mincul declaró “el reconocimiento de la existencia de pueblos indígenas en aislamiento Aewa, Taushiro, Tageari, Taromenane y Zaparo” y solicitó la creación de la Reserva Indígena Napo Tigre y Afluentes, que se encuentra en el mismo territorio de los Lotes 39 y 67, lo que obligaría a paralizar definitivamente las operaciones petroleras en la selva.
Los Lotes 39 y 67 (Loreto), actualmente en etapas de desarrollo y producción, cuentan con importantes volúmenes de reservas de petróleo ya descubiertas. Lo que es peor, se habría vulnerado el derecho a la consulta a las Comunidades Nativas del Alto Curaray y Arabela, al no haberse realizado la consulta correspondiente previo al proceso de reconocimiento.