El 29 de abril pasado, Edmundo Vallejo, ingeniero químico mexicano, ofreció una charla vía Internet que tituló ‘Entre empresarios: del shock, a la reflexión, a la acción’. El evento fue organizado por la revista Istmo, fundada en enero de 1959, única por su perfil empresarial y humanista que responde a una visión integral del hombre. Su lema es ‘Liderazgo con valores’.
Vallejo es también autor de libros, promotor social y conferencista en temas de innovación, liderazgo y política de empresa además de reconocido académico, ex profesor del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) por casi una década, con una larga carrera corporativa, asesor de empresas e integrante de varios consejos de administración (que en Perú conocemos como directorios).
El especialista precisó los objetivos para su conferencia, compartir sus reflexiones y observaciones en foros e interacciones en que participa; e invitar a llevarse una o dos ideas a casa y llevarlas a la práctica. La crisis, que trajo fuertes golpes de demanda y oferta (menores ventas y caída de la producción, simultáneamente), lleva a proponer dos ideas a manera de introducción:
- Lo que se comente en la academia y los mayores puedan contar sobre crisis previas no se compara con lo que se está viviendo. Se hacen planteamientos sobre la marcha, la incertidumbre es alta.
- No descuidar la liquidez del negocio, su flujo de efectivo. Hacer proyecciones con las variables que cada uno elija. Eso no lo tocará en la charla porque asumirá que todos priorizan la caja, porque puede ser un infarto al corazón de la empresa si se le deja de lado.
Edmundo Vallejo propone ideas pensadas para los empresarios y emprendedores, comenzando por citar a uno de ellos, fundador de una compañía con muchos colaboradores, que quizá tenga que cerrar o ser vendida. Al deshacerse de ella vive un duelo y comparte con su hijo que lo acompañaba en el negocio: ‘Hace equis años arrancamos de cero y creamos algo tangible, productivo y justo; esas capacidades son lo único que nos llevamos’.
En seguida el profesor Vallejo refirió que luego de platicar con grupos de empresarios concluyó que muchos experimentan -a raíz de la pandemia del Covid 19, las secuelas del shock. Otros ya han pasado a la etapa de reflexión y finalmente, están los que ya se encuentran tomando decisiones y en la acción:
- Shock, en esta etapa se dedica mucho tiempo a improvisar diagnósticos y más diagnósticos, buscar culpables y arrepentirse de lo que no hicieron y pudieron hacer.
- Reflexión, comienzan a haber algunos días mejores que otros, en unos se ve el vaso medio lleno y se comienzan a generar escenarios futuros (‘futurear’), otros días lo ven medio vacío.
- Acción, es el más pequeño grupo entre los tres segmentos. En éste se encuentran los ‘sobrevivientes’, que ya piensan en qué sigue, detectan las primeras oportunidades y van previendo qué hacer, no obstante, no acabe aun el ‘tsunami’.
Como resultado de sus reflexiones y observaciones Vallejo imaginó hasta cinco dimensiones. Evoca a Peter Drucker y sus ideas que perduran como que ‘Es dramático que tenga que venir una crisis para tomar decisiones que sabíamos que teníamos que tomar y no tomábamos … y más dramático aún es desperdiciar una crisis’. Y llegó la madre de todas crisis que vivimos hoy.
Y tras segmentar los momentos que se viven en el mundo de negocios a partir del Covid 19, el profesor Vallejo sugiere revisar cinco dimensiones que ayudarán a que empresarios y emprendedores pasen del ‘shock’ a la acción. Veámoslas:
1) Primera. La dimensión empresarial. Los signos de este tiempo, colaboradores inquietos y trabajando largas horas, muchos remotamente. El liderazgo como más importante que nunca. El buen líder es 24/7. El hábito de ‘futurear’ las oportunidades hacia adelante dentro de la complejidad que se vive. El ingeniero Vallejo narró la experiencia de una empresa que contrató un estudio estratégico para el escenario de 2025 con las implicaciones de lo que está pasando en las cadenas de suministro, los cambios de hábitos de consumo doméstico vs global; desde el mercado y la manufactura, el enfoque social, impacto en los colaboradores, comercio electrónico y como buscar otros mercados. Todo ello sin tener una idea concreta de lo que va a pasar en 2025. Además, afirma que la crisis obliga a buscar una innovación más rápida, que demande menos recursos. Cita al profesor Gary Hammel quien afirma que durante una crisis común el poder se concentra en el centro de la organización (el dueño, director); pero que durante una crisis grande como la actual, las decisiones y el poder se van a la periferia donde ocurren muchas cosas importantes para la organización. La magnitud de lo que está pasando rebasa a cualquier líder y las decisiones se van a la periferia porque no hay tiempo.
2) Segunda. La dimensión moral. Esta crisis enfrenta a una serie de dilemas morales, nadie se salva: ¿protejo los puestos de trabajo a expensas de la salud de la empresa, me encierro por mi salud a expensas del impacto que veo en la economía? ¿Pido a los trabajadores que vuelvan a trabajar, aunque preocupa que se contagien durante el transporte o pago un costo adicional por un transporte más seguro? ¿Hago que los trabajadores vayan a casa a descansar con 50% de salario? Otro tema moral de mucha vigencia: ¿cuál es la filosofía de precios? Pues al tener muchas ventas, en condiciones normales, se incrementa el precio; pero, ¿ahora, con la crisis lo harías? Otra importante pregunta: ¿pagar por conseguir un pedido? La crisis coloca a los empresarios y directores (consejeros en México) en el centro del dilema ético. ¿Tuvo que venir una crisis para obligarnos a pensar así’
3) Tercera. La dimensión social. ¿Qué hacer a la luz de lo que está pasando? Es paradójico y contra intuitivo encerrarse. Comenta sobre la columna que durante cuatro años escribió en un medio, que cada semana convocaba a una persona que estaba trabajando y haciendo cosas con impacto en la sociedad. La entrevista para todos tenía tres pilares: (i) vaso medio lleno; (ii) contar lo que ellos hacían (vivencias); y, iii) a la luz de lo vivido invitar a la acción. Durante años se dijo que ‘si yo estoy bien y mi familia también, lo que pase a mi alrededor no me interesa’. En contraste, en esta crisis no hay espectadores, todos estamos inmersos. Citó a Eduardo Garza, un humanista cuya metodología incluye un gráfico con círculos. Al más grande le llama ‘preocupación’. Luego, dentro del círculo mayor se incluye un circulo más pequeño (lo llama ‘hacer’); y, un tercer círculo, un poco más grande, también dentro de la ‘preocupación’ se llama ‘influencia’, que permite que nuestros círculos de influencia se sumen a otros círculos de influencia que llenan el primer círculo. Gracias a esa conjunción se puede influir desde nuestros lugares de encierro para contribuir con aportes más allá solo de la preocupación.
4) Cuarta. La dimensión personal. Leyendo al neurólogo y filósofo austriaco Victor Frankl, quien en su libro ‘El hombre en busca de sentido’, menciona las tres fuentes que dan sentido a la vida: el trabajo, el amor (preocuparse por otra persona) y el coraje en los tiempos difíciles. Esto lleva al profesor Vallejo a destacar el valor del aprendizaje que traen las crisis. Propone a cada elaborar una lista las lecciones y experiencias ganadas en estos días y reflexionar luego de concluido el confinamiento en las mejoras personales conseguidas a partir de esta situación tan única en nuestras vidas.
5) Quinta. La dimensión, espiritual. Vallejo propuso que alguien le de vida al vínculo del ser humano con una divinidad, que nos mueve en esa dirección. Que esta parte de los ejes vitales la ofrezca alguien que le dé sentido a esta dimensión.
¿Qué positivo saldrá de todo esto?
- Piensa que en cada una de esas direcciones irán saliendo cosas valiosas, desde la sociedad, las empresas, sus trabajadores. En cada dimensión Vallejo ve oportunidades de salir de una manera distinta, ir hacia la parte más humana.
- El líder tendrá que reinventarse también, rodearse de gente más conocedora que él o ella. Fomentar más apertura para tomar las decisiones. Todos tendrán que reinventarse, delegar. Desterrar el ‘síndrome del patrón’ quien siempre tiene la razón.
- Si todo siguiera alrededor de lo que piensa el ‘patrón’ se afectarían las actitudes para que la innovación germine ya que ésta demanda apertura, prueba y error, experimentar, que otros opinen. Las decisiones que se van a la periferia obligarán a los líderes a aprender a actuar de otra manera. El líder comunicando a todos los actores, incluyendo los sindicatos.
- Si bien se pueden atender ambas cosas en paralelo, no hay mucho tiempo para enredarnos en participar en descifrar las señales que envía el sector público, la industria y las asociaciones. Los empresarios deben estar en sus propias tareas como entender al consumidor y las tendencias que anuncian nuevas oportunidades. No perderse demasiado en discusiones y especular.
- No es la más inteligente ni la más fuerte de las especies la que sobrevive sino aquella que es más adaptable al cambio. Charles Darwin
Tres ideas de cierre
El profesor Vallejo cerró su conferencia con tres ideas que propuso a quienes seguimos su charla por la web:
1) Introspección. ¿En que segmento estoy ubicado y que debo hacer para dar un paso adelante?
2) ¿Cuál de estas dimensiones me mueve más como ser humano? … cuando logras pasar del sentimiento a la acción se crea esperanza y optimismo.
- Sugerencia o invitación. ¿Qué pasaría si la revista Istmo te invitara a pararte delante de este grupo a compartir qué impacto tuvo en tu persona la situación inédita que estás viviendo?
El país necesita empresarios y empresarias ‘echadas para adelante’ (proactivos) … cuídense todos y todas.