El índice de precios de gasto de consumo personal (PCE) en EEUU experimentó un aumento interanual del 3% en junio de 2023, lo que representa la tasa más baja desde marzo de 2021. Esta cifra está en línea con las expectativas del mercado. Los precios de los bienes disminuyeron en un 0,6%, mientras que los precios de los servicios aumentaron en un 4,9%. Es importante destacar que el costo de los alimentos aumentó considerablemente en un 4,6%, mientras que la energía se hundió drásticamente en un 18,9%. Con respecto al mes anterior, los precios del PCE subieron un 0,2%, lo que coincide con las expectativas y muestra una leve aceleración con respecto al aumento del 0,1% registrado en mayo.
A pesar de la desaceleración general de la inflación, la tasa anual de inflación PCE subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, disminuyó al 4,1%, la más baja desde septiembre de 2021. Esta cifra es mejor que las previsiones del 4,2%. Además, la tasa mensual de inflación PCE subyacente también se redujo al 0,2%, en comparación con el 0,3% previsto. Estos datos sugieren que la inflación subyacente está mostrando signos de moderación, lo que puede tener implicaciones para las políticas económicas y monetarias.
En general, los datos del PCE reflejan una situación económica donde la inflación está disminuyendo en Estados Unidos, especialmente en el ámbito de los bienes, mientras que los precios de los servicios mantienen una tendencia al alza. El aumento significativo en el costo de los alimentos y el desplome en los precios de la energía son factores clave que influyen en esta dinámica. A pesar de la desaceleración general, las autoridades económicas y los responsables de la política monetaria deben seguir monitoreando de cerca la inflación subyacente y la evolución de los precios en los diferentes sectores para tomar decisiones informadas que respalden la estabilidad económica a largo plazo.