El PBI de la economía estadounidense creció a una tasa de 1,6% en el 2016, su peor desempeño desde el 2011, tras expandirse un 2,6% en el 2015. El crecimiento se desaceleró en el cuarto trimestre del 2016, tal como se había informado previamente, cuando un robusto gasto del consumidor fue contrarrestado por revisiones a la baja en las inversiones de empresas y gubernamentales.
La economía norteamericana podría recibir un impulso por el paquete de estímulos propuesto por el presidente Donald Trump, de amplios recortes de impuestos y gasto en infraestructura, así como de menor regulación.