Esteban Hnylicza: Brillante economista y gran amigo*

Estimado Ricardo,  

Me ha dado un gusto enorme leer tu comprehensivo y oportuno artículo sobre la vida y obra de nuestro común amigo Esteban Hnylicza. Por varios años Esteban (1986-1992) llegó a ser parte de mi familia, una especie de hijo adoptivo para mi padre y hermano entrañable para mi y mis hermanas. Aprendimos a comprenderlo, quererlo y aceptarlo con todas sus dificultades, para qué negarlas. Porque su grandeza como ser humano, más allá de su genialidad matemática e intelectual, lo colocaban muy por encima de ellas. En la profundidad de su amistad pude descubrir y disfrutar otra dimensión no menos importante de su personalidad: su capacidad para jugar y sonreír con la ingenuidad de un niño, en lúdico tránsito a la felicidad absoluta.

Tuve la suerte de tenerlo como asesor mientras fui Director General de Asuntos Económicos del MEF (1985-1986), luego dirigimos juntos el Proyecto Macroeconométrico ECOPOL (1987) apoyado con fondos del USAID, donde modeló el crecimiento económico a largo plazo con base en la dinamización de los coeficientes técnicos de tablas de insumo producto reducidas.

En julio de 1990 Esteban y yo preparamos a marchas forzadas el paquete de medidas lanzado por Fujimori el 8 de agosto de 1990. Nos quedamos solos en vista de que Santiago Roca, Daniel Schydlowsky y Adolfo Figueroa, entre otros, habían renunciado al equipo económico por su discrepancia con el tratamiento de shock. Sin la contribución de Esteban, ese paquete hubiera salido cojo y quizás hubiese sido uno de tantos paquetazos lanzados en los últimos años de la primera Administración García, ahondando la hiper-recesión e hiperinflación.

Nos distanciamos un poco a raíz del autogolpe de Fujimori, cuando él se queda en el BCR mientras yo salía Sin embargo, hasta su muerte siempre mantuvimos, con cierta distancia, un gran afecto y mutuo respeto; una suerte de equilibrio Nash en el juego de nuestra vidas. En los últimos dos años, en esporádicas tertulias me beneficié de sus profundas reflexiones sobre un tema que llegó a serle tan fascinarle a él como para mí ya lo era desde tiempo atrás: el Planeamiento Estratégico. Su incisiva capacidad de síntesis le permitió realizar aportes sustantivos en este tema, tanto como en desarrollo competitivo, política monetaria, fusiones de empresas y reforma estructural. Fue además filósofo genuino, de pluma fina y vasta cultura literaria.

Un sello indeleble de sus debilidades era su rechazo radical a la mediocridad reinante y su pavor por tener que aceptar convivir con ella ante el riesgo de perder su sustento económico; no porque le importara en lo más mínimo lo material, sino porque sin ese sustento perdía el equilibrio que le permitía hacer lo único que para él tenía sentido en la vida: seguir razonando científicamente.

Un dato más para ti Ricardo que andas en afán de encontrar otros economistas matemáticos peruanos en la liga de Esteban. Conocí a Esteban a través de Jorge Baca Campodónico, economista matemático compañero de Esteban en el MIT. Como Esteban, Jorge ha pasado por muchos inmerecidos sinsabores en su vida, a raíz de su paso por el MEF, donde tras haber sido Ministro de Estado le llovieron juicios de lo más absurdos.

Jorge tiene la brillantez tremenda de Esteban para modelar y razonar matemáticamente, así como para convertir hallazgos en prescripciones certeras. Y es él quien acompañó a Esteban en sus últimos días y estuvo a su lado en su lecho de muerte, como un soldado de la amistad más entrañable. 

* Comentario al excelente artículo de Ricardo Lago, “Recordando a Esteban Hnylicza – El Mejor Economista Matemático Peruano”.