En mi Linterna de Popa de inicios del mes de mayo describí la técnica de “pooling” de pruebas moleculares para detectar el COVID-19. En lugar de hacer una prueba molecular a cada paciente, la técnica de “pooling” consiste en mezclar las muestras (hisopados) de varios pacientes (el “pool” de pacientes) en una sola muestra. Si a esta mezcla de varios hisopados se le hace una sola prueba molecular conjunta, y esta sale negativa, entonces se puede concluir que ninguno de los pacientes incluidos en dicha muestra tiene el virus. Si uno o mas de los pacientes tiene el virus entonces la prueba de la muestra saldrá positiva y recién entonces se deberá analizar en forma individual una porción de cada muestra, conservada como “respaldo” antes de mezclarla para formar el “pool”, sin necesidad de efectuar nuevas muestras de todos los pacientes incluidos en el “pool” que dio resultado positivo. En el Gráfico 1 se ilustra como se aumenta la capacidad de una prueba molecular a través de la técnica de “pooling” de muestras de pacientes.
La Food & Drug Administration (FDA) de los EUA la semana pasada aprobó el uso de la técnica de “pooling” de pruebas moleculares para el COVID 19 para aumentar la eficiencia y eficacia de las pruebas moleculares. El Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de los EUA dijo este viernes que el grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca está «considerando seriamente» el uso de la técnica de “pooling” para el Covid-19 y reconoció que la estrategia de pruebas actual de la administración Trump ha demostrado ser inadecuada.
La técnica de “pooling” es de especial relevancia para las empresas que están retomando sus actividades después de la cuarentena y desean tomar medidas de control sanitario con su personal y sus usuarios.
Este es el caso de las empresas de transporte de pasajeros donde la técnica del “pooling” podría jugar un papel decisivo en el diseño de protocolos de seguridad sanitaria ya que estas actividades son actualmente consideradas de alto riesgo de contagio del COVID 19 y, por ello aún no se ha autorizado el reinicio de estas actividades.
¿Cómo se utilizaría la técnica de “pooling” en las empresas de transporte aéreo y terrestre interprovincial? En cada aeropuerto o terrapuerto autorizado se instalaría un laboratorio que esté en capacidad de procesar pruebas moleculares en menos de dos horas. Los pasajeros y la tripulación de la aeronave u ómnibus llegarían al aeropuerto o terrapuerto con tres horas de anticipación, a un recinto especial donde se respetaría el distanciamiento social, con todas las medidas de control sanitario y en donde se les tomarían las muestras (hisopado).
Si, por ejemplo, en un vuelo planean viajar 100 personas, incluyendo la tripulación, se tomarían muestras a cada uno de los 100 viajeros y luego se mezclarían las muestras en grupos de 10. Para cada mezcla de 10 pasajeros se haría una prueba molecular, es decir en este caso solo se necesitarían hacer 10 pruebas. Si las 10 pruebas salen negativas, significaría que ninguno de los 100 viajeros tiene el virus y todos procederían a embarcarse. Si una prueba de las 10 da positivo, se procedería a la siguiente etapa de dividir la muestra de 10 en dos grupos de 5 y proceder iterativamente hasta identificar al paciente infectado. En este caso solo los grupos con resultado negativo procederían a embarcarse.
Para que técnicas como el “pooling” tengan éxito se requiere contar con: (a) personal entrenado en el uso de hisopos para obtener las muestras de la población objetivo; (b) un sistema sencillo y controlado para trasladar las muestras al laboratorio del Aeropuerto o Terrapuerto y (c) una aplicación informática eficiente para monitorear las muestras y los pacientes de los diferentes grupos involucrados.
La aplicación informática debe permitir, además, el monitoreo, preferiblemente en forma virtual, de los pacientes identificados como portadores del virus, para comprobar el aislamiento preventivo y así limitar el contagio. La ventaja de las pruebas moleculares es que estas permiten detectar el virus desde el primer día de contagio.
El uso de la técnica de “pooling” eliminaría la necesidad de hacer cuarentenas en los lugares de destino y reducirían significativamente el costo asociado a las pruebas moleculares. Al mismo tiempo permitirían la apertura de una actividad clave para la economía como es el transporte interprovincial aéreo y terrestre con una debida protección sanitaria.
Adicionalmente, la identificación temprana de los infectados en los aeropuertos y terrapuertos permitirá proceder a su inmediato tratamiento y aislamiento en conjunto con sus familiares y contactos. Con esta estrategia se limitaría significativamente la propagación de la pandemia y se tendría mayor éxito en el tratamiento de los infectados. Las autoridades podrían iniciar pruebas piloto de esta técnica juntamente con las empresas para perfeccionar los equipos tomadores de pruebas y el soporte informático requerido. Las autoridades tienen la palabra.