Dos dígitos, una tasa no registrada en las últimas dos décadas y media. Según el FMI la inflación se ha acelerado en medio del repunte de la demanda interna, las persistentes interrupciones de la cadena de suministro y el aumento de los precios de las materias primas; y pese a la adecuada reacción de los bancos centrales latinoamericanos para contener los efectos secundarios de la inflación, así como para anclar las expectativas a largo plazo.
No obstante, el endurecimiento de la política monetaria, si bien contribuye a bajar la inflación, genera condiciones financieras adversas, con aumento de los costos de endeudamiento y presiones cambiarias. En este sentido, del lado de la política fiscal, el organismo internacional señaló que es de suma importancia que los gobiernos sigan concentrándose en preservar la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de la deuda.