El Perú es la segunda potencia pesquera mundial, sólo superada por China. En el
destartalado puerto de Chimbote, el mayor del país, se descarga más pescado en
un año que lo que toda la flota española captura en ese mismo periodo.
El análisis exhaustivo de más de 100.000 descargas entre 2009 y la primera mitad
de 2011 halló que la mayoría de las compañías peruanas que elaboran harina de
pescado sistemáticamente hacen trampas en la mitad de los desembarques. En
algunos casos, declaran capturas por un valor inferior al 50 por ciento del
real.
Este fraude permite a las compañías pescar más de lo autorizado por las cuotas
establecidas, además de darles la posibilidad de evadir el pago de impuestos y
de los aranceles establecidos por tonelada, o de abonar menos salario a los
pescadores que reciben un porcentaje sobre las capturas.
El problema no radica exclusivamente en la sobrepesca del jurel, sino también en
la sobreexplotación de la anchoveta, un pez que se parece a una sardina con el
tamaño de una anchoa y que es un recurso fundamental para elaborar las harinas
de pescado usadas en la acuicultura.
La anchoveta peruana es la mayor pesquería mundial. Si las exportaciones de harina
de pescado son un gran negocio en Chile ─cerca de 535 millones de dólares anuales─, en el Perú representan el triple de ese valor: 1.600 millones de
dólares al año.
Lea el informe en el siguiente enlace:
http://www.revistapescaperu.com/index.php/sabia-usted/436-jurel-crisis-idl