En el Perú más de 700.000 familias se dedican a la producción de papa, actividad que se desarrolla desde la costa hasta las zonas altoandinas, donde se constituye en un factor de lucha contra la pobreza al promover la generación de nuevos ingresos, sostuvo el viceministro de Políticas Agrarias, César Sotomayor. Resaltó el esfuerzo realizado por los productores para generar nuevos productos con la papa procesada, pues “la idea es ganar nuevos mercados aprovechando la biodiversidad local”.
En este sentido, Sotomayor dijo que la producción de papa merece una mayor atención para darle un mayor valor agregado, dado que “la transformación de la papa, de acuerdo con los requerimientos de mercado, es fundamental para llegar a nuevos mercados”. Comentó que en el mercado internacional hay una mayor tendencia a consumir la papa semiprocesada, y en este caso, resaltó que los supermercados pueden ser los principales agentes de comercialización.
Sotomayor explicó que de las 4.000 variedades de papa que existen, en el Perú hay más de 3.000 variedades. Resaltó que un factor a favor del Perú es que puede competir por el número de variedades, pues “en esta mixtura de no solamente destaca la variedad, sino también la forma de producción y la mayoría de nuestra producción tiene origen orgánico”. Subrayó que hace muchas décadas la papa es un elemento que da garantía a la seguridad alimentaria.
Sotomayor añadió que una de las principales actividades del Minagri es haber intensificado las campañas de promoción del consumo de papa que ha venido creciendo de 76 kilos per cápita anual en 2005 hasta situarse en la actualidad en 89 kilos. Explicó que ello fue favorecido por el auge de los negocios de pollerías y restaurantes afines, que utilizan como insumo los tubérculos andinos en la elaboración de sus comidas.