La propensión del consumidor a adoptar soluciones de seguridad va en aumento por el creciente interés en la conservación y el ahorro de energía. El aspecto de un ‘edificio inteligente’ parece más práctico en la nueva normalidad posterior a la pandemia. Los sistemas de gestión de energía del edificio pueden controlar y monitorear las necesidades energéticas del edificio.
Sin embargo, se espera que el crecimiento del mercado se vea obstaculizado debido a la falta de expertos competentes capacitados para evaluar sistemas de soluciones inteligentes. Los profesionales que operan en el campo deben estar al tanto de los cambios de diseño y la instalación en el contexto de las necesidades futuras.