La exoneración del IGV no se traducirá en una reducción de precios de alimentos de la canasta familiar debido a que los insumos para elaborar estos productos son afectados por el alza en las cotizaciones internacionales. Otro factor que atenta contra la reducción de los precios es la incertidumbre que existe para la utilización del crédito fiscal por el IGV que las empresas pagan en la compra de insumos, materia prima y servicios. Si las empresas no pueden utilizar el íntegro del crédito fiscal, este se trasladaría a los consumidores, ya que no se podría aplicar dicho crédito en la venta de los productos exonerados. Asimismo, la cadena de abastecimiento de alimentos incluye muchos actores que podrían decidir mejorar sus márgenes y cubrir los mayores costos derivados del alza del tipo de cambio y del alza del sueldo mínimo. Este es el caso por ejemplo del trigo que se utiliza para la elaboración de panes y fideos, y del maíz y la soya con los que se prepara el alimento balanceado para las aves, informó la Sociedad Nacional de Industrias.
Reducción de precios no sería posible pese a exoneración del IGV
