China, etnia Miao y su industria farmacéutica (II)

Volviendo al tema de la investigación e innovación farmacéutica a partir del conocimiento ancestral de la etnia Miao, Dou Qiling, presidenta de Yibai Pharmaceutical, afirma que la medicina Miao ha sido ampliamente aceptada por su efectividad curativa lo cual ayudó a convertir a su representada en una de las mayores productoras de productos Miao del país. Además, Yibai es la primera empresa farmacéutica privada de la provincia de Guizhou en cotizar en bolsa en 2004.

Dou enfatizó que, a diferencia de la antigua medicina, los productos Miao de hoy se elaboran en instalaciones fabriles modernas, que cumplen con estándares de calidad nacionales. Al mismo tiempo, Yibai cultiva hierbas en condiciones en que pueda controlar su calidad y rendimientos alentando a los agricultores a cultivar las plantas medicinales que necesita la industria para que ellos también se beneficien. La medicina Miao involucra más de 1,500 tipos de plantas para elaborar medicinas y tratamientos para dolencias desde fracturas de huesos hasta picaduras de serpientes.

Si bien la herbolaria china [1] tiene una historia de más de 2,500 años, desde principios de 2017 entró en vigor la primera ley sobre protección de la medicina tradicional. A su amparo, Yibai es apoyada concediéndole el mismo estatus que el de la medicina occidental. Como parte del patrimonio cultural inmaterial de China, este antiguo sistema médico se compone de las variaciones y unicidades que cada medicina de minorías étnicas aporta (el país tiene 56 grupos étnicos), uno de ellos, la etnia Miao.

Y si bien los miembros de la minoría Miao exploran formas de impulsar sus tradiciones medicinales en tiempos modernos, la etnia carece de lenguaje escrito habiéndose transmitido oralmente las recetas (conocimiento tácito), difícil de rastrear y compartir. Por eso han sido necesarios cinco años para registrar todas las recetas y las generaciones más jóvenes puedan aprenderlas y transmitirlas (conocimiento explícito, que sirve como base para la ciencia).

De otro lado y como se mencionó en artículo anterior, la Unión de Inteligencia de Yunjin es una gran base de incubación  para la industria farmacéutica y desarrollos para la salud, que el distrito de Wudang (uno de los seis que conforman la ciudad de Guiyang) priorizaron para construir en 450,000 metros cuadrados espacios de investigación y operaciones industriales. Hoy Yunjin se ha convertido en una dinámica área de investigación, desarrollo tecnológico y fabricación en siete sectores:

  1. Investigación y desarrollo de química farmacéutica;
  2. Diseño y fabricación de equipos médicos;
  3. Bioingeniería;
  4. Internet para la atención médica;
  5. Fabricación de bienes de consumo de gama media y alta;
  6. Pruebas médicas; y,
  7. Medicinas con base al conocimiento tradicional de la etnia Miao

Como se puede comprobar, la vocación por el conocimiento relacionado con la salud tiene varios siglos y en esos afanes han participado y participan incontables generaciones del pueblo chino. La medicina de la etnia Miao forma parte de ese acervo que combinado con la investigación y la tecnología son ahora fuentes de innovación en medicamentos que sanan a más personas debido a la estabilidad de su poder curativo, el cual facilita su comercialización, que crece dentro y fuera de China.

En países biodiversos como China y Perú, vista la incierta lucha contra los virus y otros agentes patógenos, es urgente priorizar la salud pública e invertir en el rescate de los saberes ancestrales. Imaginé mientras admiraba las plantas medicinales del museo Miao, el libro que el Consejo Indio reeditó del trabajo de los doctores Hermilio Valdizán y Ángel Maldonado – su obra clásica ‘La medicina popular peruana’-, recientemente vuelto a editar por la Universidad Nacional del Altiplano en Puno. Una publicación nacional, llena de aportes, que en 2022 cumplirá cien años en su edición limeña.

El país debe reconocer a los investigadores que estudian nuestra flora y sus aplicaciones que permitan crear los nuevos roles productivos que la sociedad reclama de las empresas, de la ciencia y la tecnología. Pensemos en las palmeras amazónicas y en las frutas andinas sin olvidar a la tara o taya. Al tarwi o lupino andino, potente alimento proteico al igual que la quinua, cuyos derivados animen inversiones y productos novedosos para un mercado que busca mejorar sus defensas comiendo sano. Lo que el doctor Mariano Valderrama llamaba ‘recuperación de los estilos de alimentación saludable de nuestros abuelos’.

Sería interesante convocar a los jóvenes de universidades, institutos tecnológicos y entidades afines a que envíen a un espacio en Internet, recetas de platos que en su ciudad, caserío y centro poblado se utilizaban no hace mucho tiempo y que la modernidad fue llevando al olvido. Asimismo, recordar las tradiciones curativas que sus pueblos mantienen vigentes usando la diversidad natural. De este modo revaloraríamos el conocimiento que permita insertarnos en las nuevas tendencias agroalimentarias y de la medicina en sus distintas facetas.

 

 

 


[1] ‘Miao medical practitioners mull over how to keep tradition alive’. Zhao Hong. China Global Television Network (CGTN). Meng Qingsheng y Li Yang. 18-07-2017 15:59