Por Percy Correa, director de MAXIMIXE Escuela
El Reporte de Inflación del pasado mes de enero del presente año, trae consigo diversas proyecciones macroeconómicas para este y el próximo año, siendo una de las principales la de la Balanza de Pagos, ya que permite, entre otros, estimar la situación del mercado de moneda extranjera en dicho periodo, dado el contexto de un sector externo poco dinámico y caracterizado por un elevado grado de incertidumbre.
En primer término se observa que la autoridad monetaria prevé que los déficits en Cuenta Corriente continúen en los próximos dos años, situación que se ha registrado desde el 2008, aunque a niveles que fueron cubiertos con relativa facilidad hasta antes de la actual coyuntura internacional. En este sentido, entre los años 2008-2013, el promedio simple del déficit fue de -3, 11% del PBI, porcentaje que el Banco Central (BCRP) estima se amplíe a un -4, 17% para el periodo 2014-2016. Como se conoce, los déficits en Cuenta Corriente de los 6 años referidos en primer término, no constituyeron situaciones apremiantes desde la perspectiva de los resultados de la Balanza de Pagos, gracias al importante flujo de fondos netos provenientes de los superávits de la Cuenta Financiera, en un promedio anual de US$ 10.747 millones, lo cual más bien permitió que el Banco Central acumulara una sustantiva cantidad de Reservas Internacionales, en un monto de US$ 37.803 millones en dicho periodo, que en las circunstancias actuales son de importancia para mantener un funcionamiento ordenado del mercado de divisas. En cambio, en el periodo 2014-2016, la Cuenta Financiera registraría un promedio anual de US$ 8.341 millones, una reducción del orden del 22, 4% respecto al promedio del periodo 2008-2013. La reducción en los saldos positivos de la Cuenta Financiera se debe a la caída de la inversión y reinversión extranjera, principalmente en los proyectos mineros.
El déficit de la Balanza en Cuenta Corriente previsto para este y el próximo año, agrega a los déficits tradicionales en las de Servicios y Renta de Factores, sendos déficits en la Balanza Comercial, debido a la contracción de los volúmenes y precios de las exportaciones tradicionales. Para este año, el BCRP prevé que las exportaciones totales egistrarían un valor menor al del año pasado, (US$36.090 millones vs. US$37.994 millones), y que el año próximo, el total de las exportaciones se incrementen en unos US3.781 millones o un 12.2%, respecto a las del presente año, gracias a los aportes de los proyectos mineros de las Bambas, la ampliación de Cerro Verde y la recuperación de la producción de Antamina. Sin embargo, el valor previsto, aun considerando dichos incrementos, alcanzaría a ser solamente un 86, 2% del valor de las exportaciones totales registrado el 2013 (US$ 42.177 millones). En el caso de las exportaciones no tradicionales, se observa una situación diferente, puesto que se estima que el año pasado crecieron un 4, 9%, en valor, respecto a las del 2013. Más aún el BCRP proyecta que en este y el próximo año, se incrementen en 4, 4% y 7, 74%, alcanzando en el bienio montos de US$ 12.030 y US$ 12.962 millones, respectivamente. De esa manera, tales exportaciones no tradicionales alcanzarían a ser un 49, 6% del monto de las exportaciones tradicionales en dicho bienio. El incremento vigoroso de las exportaciones de frutas, y hortalizas, entre otros productos, bien amerita una especial atención de las autoridades pues en tales productos es evidente que contamos con ventajas comparativas.
En cuanto a las importaciones, las previsiones del BCRP consideran una reducción de las mismas en el presente año (US$ 38, 903 millones), respecto del año pasado, en alrededor de US$ 1.900 millones; para recuperarse el 2016, a unos US$ 41.918 millones, una expansión de 7, 75% respecto a las del presente año. Como en el caso de las exportaciones totales, las importaciones del próximo año serían menores a las del año 2013 (US$ 41.918 vs. US$ 42.217 millones). Ello refleja tanto la reducción de los precios de los hidrocarburos y derivados, como la relativa ralentización de la economía del país. En síntesis, la Balanza Comercial este año registraría un déficit muy similar al del año pasado (US$ 2.813 vs. US$ 2.815 millones), déficit que se espera sea menor el 2016 (US$ 2.047 millones), gracias a que las exportaciones del próximo año se expandirían en US$ 3.781 millones, mientras que las importaciones lo harían en un monto menor de US$ 3.015 millones.
Finalmente, los tradicionales déficit en las balanzas de Servicios y Renta de Factores, parcialmente compensados por el también superávit tradicional de las Transferencias Corrientes, determinarán que este año y el próximo, a los déficits de la Balanza Comercial se le deban añadir las sumas de US$ 6.542 y US$ 6.443 millones, respectivamente. En consecuencia, los déficits previstos en la Cuenta Corriente serían de US$ 9.355 millones en este año y de US$ 8.490 millones el próximo, montos que deben ser financiados por los superávits de la Cuenta Financiera. Cabe resaltar en este caso, que el déficit de la cuenta Renta de Factores en este año sería menor en más de US$ 2.000 millones, respecto del saldo del 2013, como producto de los menores montos de utilidades y otras remuneraciones abonados a los propietarios de los factores de producción no residentes en el país.
Al revisarse las proyecciones de los rubros que conforman la Cuenta Financiera para los años 2015 y 2016, se observa que en el bienio 2015-16, el superávit de la Cuenta Financiera se recuperaría frente al colapso registrado el año pasado, año en el que dicho superávit se redujo en 47, 8% respecto al del año 2013, debido a la caída de las inversiones y reinversiones externas del sector privado, particularmente en el sector minero. Para este año, el Reporte de Inflación de Enero prevé un crecimiento del orden del 33%, pasando de US$ 6.277 a US$ 9.355 millones; y para el próximo, se estima que el saldo (US$ 9.290 millones), sería prácticamente de la misma magnitud que el previsto para este año. Pero, al desagregar las cifras de tales superávits, se encuentra que a diferencia de años anteriores, el saldo de la Cuenta Financiera del sector privado en el 2015, no sería suficiente para cubrir el déficit en Cuenta Corriente (US$ 9.355 millones), razón por la que el sector público tendría que recurrir a la colocación neta de valores en el exterior por un monto de US$ 1.552 millones, cifra que permitiría obtener un resultado “nulo” de la Balanza de Pagos y en consecuencia, el monto de las Reservas Internacionales Netas no variarían a fin de este año. Algo similar ocurriría el año próximo, pues el superávit de la Cuenta Financiera del sector privado (US$ 8.070 millones), tampoco cubriría el déficit en Cuenta Corriente previsto (US 8.490 millones), por lo que se deberá recurrir a una emisión neta adicional de valores, esta vez por un monto de US$ 1.220 millones, lo que no solamente permitiría cubrir el déficit del sector priva
do mencionado, sino alcanzar un saldo relativamente modesto de US$ 800 millones en la Balanza de Pagos.
En resumen, las previsiones de la Balanza de Pagos realizadas por el BCRP para el bienio 2015-16, indican que los años de abundancia de US$ dólares es cosa del pasado en el corto plazo, y que más bien cabe esperar depreciaciones adicionales a las experimentadas en el Nuevo Sol respecto del US Dólar, particularmente si las inversiones y reinversiones del exterior previstas en el sector minero no se cumplen en su totalidad y/ la Balanza Comercial se deteriora. Ello ocasionaría una pérdida de Reservas y/o la emisión de valores públicos adicionales a ser colocados en el exterior, factores que otorgarían una mayor volatilidad al mercado de moneda extranjera local.