Esta semana Jaime de Althaus, en un interesante artículo publicado en Lampadia, analiza las propuestas de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) para la reactivación del sector industrial. Estas propuestas en esencia plantean que el modelo de desarrollo industrial de las últimas dos décadas ha llegado a su límite y necesita un cambio que incluya no solo un perfeccionamiento del modelo económico en lo que se refiere al régimen laboral pero también el uso de políticas activas de promoción e incentivos, ajustes en las tasas de impuestos y tarifas arancelarias y creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE). En esta entrega contribuimos al debate sobre si las propuestas de la SNI son propuestas para perfeccionar el modelo económico o más bien significan un abandono del mismo.
En el Gráfico 1 se presenta la evolución de los índices de producción para el sector manufactura total y para el subsector producción de cemento para los cuatro últimos años. Para evitar la volatilidad de los índices debido a las estacionalidades de la producción se han utilizado los promedios móviles de los últimos 12 meses. En estos dos índices se resume la situación del sector manufactura. Mientras que el sector manufactura total entró en crisis al inicio del 2014 (el índice se encuentra actualmente en los niveles del 2007), hay subsectores, como el de producción de cemento que continúan su tendencia creciente a pesar de la retracción de la inversión y del estancamiento de la economía en general. En otras palabras, la crisis del sector manufactura no es generalizada. Inferir el fracaso del modelo económico a partir de la caída del indicador de manufactura total podría ser apresurado.
El INEI lleva el registro de los índices de producción de 93 sub sectores de diferente importancia dentro del sector manufactura. La importancia de cada sub sector se mide por su ponderación (peso relativo) en la determinación del índice total. La ponderación del índice de producción de cemento, por ejemplo, es 3.4% que refleja el peso que la producción de cemento tuvo en la producción total de manufactura en el 2007 que es el año base del índice.
En la Tabla 1 se presentan los principales sub sectores del sector manufactura clasificados por su ponderación en el índice de manufactura total. Los subsectores Oro y Plata, Pesca y Petróleo, que figuran entre los mas importantes por su ponderación, han caído significativamente, pero por razones ajenas a la competitividad o fallas del modelo económico. En cambio, los subsectores cemento, jabones, carnes, y muebles (ver Gráficos 1 y 2) alimentos, bebidas y muchos otros, han venido creciendo significativamente.
Los subsectores vestidos, calzado y en general todos los subsectores vinculados a la actividad textil si han registrado significativas retracciones en los últimos tres años. Pero en estos casos, la razón de las caídas en estos sectores, como se explicó en una anterior entrega, se debe mayormente a la competencia desleal del mercado asiático.
Por limitaciones de espacio no se detalla la evolución de otros subsectores manufactureros, pero el mensaje es el mismo, gran parte de los sectores manufactureros que no enfrentan fallas de mercado (competencia desleal de otros países) continúan creciendo y el modelo económico, con todas sus imperfecciones, ha contribuido a estos resultados.
Los sectores que no han crecido o han registrado retracciones significativas se pueden dividir en dos categorías. La primera categoría corresponde a los sectores que por fenómenos externos (El Niño, la caída de los precios de los minerales, la rotura del oleoducto, etc.) y es el caso del subsector pesca, oro y plata, petróleo. Pero estos sectores se recuperarán cuando los fenómenos externos desaparezcan y sin necesidad de alterar el modelo económico.
La segunda categoría corresponde a los sectores que si sufren una competencia desleal por parte de los países asiáticos. Este es el caso de los subsectores confecciones y calzado. Para estas fallas de mercado el modelo económico vigente ofrece soluciones, como lo demuestran las medidas tomadas por México y Colombia para casos similares. Los TLC’s contemplan mecanismos de incremento de aranceles para los productos sensibles, como es el caso de las confecciones y textiles.
La crisis del sector manufactura no se debe al agotamiento del modelo económico sino más bien a accidentes externos como las fallas del oleoducto, fenómeno del Niño y caída de las exportaciones de minerales y en el caso de los subsectores textil y calzado a la competencia desleal de los países asiáticos. Corresponde a PRODUCE diseñar un plan inmediato para hacer frente a esta crisis. Este plan de acción debe diseñarse dentro de lo que el modelo económico vigente permite. Apartarse del modelo que ha venido dando buenos resultados durante los últimos 20 años sería un gran error. La elevación de aranceles de los productos sensibles, en este caso confecciones y calzado está dentro de las herramientas permitidas y acordadas en los TLC’s y no constituyen violaciones al modelo económico vigente.
Lo anterior no significa que el modelo económico no deba ser modificado. Por el contrario, existen muchas áreas en las cuales el modelo debe ser ajustado para perfeccionarlo. En particular en el área laboral, donde la flexibilización laboral ha venido sufriendo retrocesos, necesita una urgente atención. El alto costo de las regulaciones laborales, y la extremada dificultad para contratar y desvincular trabajadores hace que la Reforma Laboral sea una urgencia para mejorar nuestra posición competitiva en el mercado mundial.
La necesidad de contrarrestar la competencia desleal de los sectores confecciones y calzado, ampliamente documentada, no debe ser pretexto para aprobar medidas ampliamente proteccionistas y en contra de los fundamentos del modelo económico.