¿Cuán confiables son las proyecciones del BCRP?

Esta semana el INEI publicó su Avance Coyuntural correspondiente a la actividad económica del mes de noviembre del 2019. Destacan los crecimientos con respecto al mismo mes del año 2018 de los sectores agropecuario (2.07%) y minería e hidrocarburos (4.01%), mientras que el sector pesca registra una caída de 13.77%. Sin embargo, el crecimiento de la producción de electricidad se mantuvo en niveles bajos (2.76%) así como el consumo de cemento que creció apenas (0.53%). Si bien aún faltan los resultados del mes de diciembre, todo apunta a que el crecimiento del PBI para el 2019 será de alrededor de 2.5%.

¿Cómo se comparan los resultados del INEI con las proyecciones que realiza el BCRP? Desafortunadamente muy mal. En el Gráfico 1 se presenta la evolución de las proyecciones del BCRP del crecimiento del PBI para el 2019. Estas proyecciones son publicadas por el BCRP en sus Reportes de Inflación que se publican 4 veces al año. La primera proyección la realizó en setiembre de 2017 y fue de 4.2%. La última fue realizada el mes de diciembre pasado y fue de 2.3%. Lo preocupante es que la proyección se haya mantenido alrededor de 4% por tanto tiempo. A fines de marzo de 2019 cuando ya se sabía del impacto de la guerra comercial de China y EUA y con el precio del cobre en franco deterioro, el BCRP mantuvo su proyección en 4%.

¿Por qué son importantes las proyecciones del BCRP? El Gobierno y muchas empresas del sector privado utilizan las proyecciones del BCRP para definir sus presupuestos y planes de negocios. Una sobrestimación del PBI puede llevar a un mayor presupuesto de ingresos y gastos que al no materializarse genera déficits no deseados.

¿Existen otras instituciones que realizan proyecciones del crecimiento del PBI? Si existen y están asociadas a instituciones del sistema financiero (bancos, AFP, financieras), a analistas económicos (consultoras, universidades), y a empresas no financieras (grupos económicos, empresas de bienes de consumo, etc.).

PROYECCIONES ECONÓMICAS

Sin embargo, la mayoría de estas instituciones utilizan modelos econométricos de equilibrio parcial que no toman en cuenta las interrelaciones simultaneas de los diferentes sectores económicos y muy pocos consideran el comportamiento diferenciado de los quintiles en que se divide la población de consumidores de acuerdo con su nivel de ingreso. Como consecuencia las proyecciones de estas instituciones tienden a reproducir las proyecciones del BCRP. Una excepción es el modelo de equilibrio general Maximixe-Predice. Este modelo proyecta en forma simultánea 14 sectores económicos, cinco categorías de consumidores (quintiles) y 8 categorías de consumo que reflejan el impacto de los precios relativos en el consumo y en la distribución del ingreso.

Por ser un modelo de equilibrio general, el modelo Maximixe-Predice garantiza el equilibrio entre la oferta y demanda de cada uno de los 14 sectores económicos y el equilibrio entre el ahorro y la inversión. El modelo a través de sus 14 funciones de producción incorpora la evolución de la productividad total de factores, del stock de capital y la fuerza laboral de trabajadores formales e informales en cada uno de los 14 sectores económicos.

DESACELERACIÓN DEL PBI

Como consecuencia de su metodología de equilibrio general, el modelo Maximixe-Predice ha sido uno de los pocos que ha proyectado la desaceleración del PBI mucho antes que el BCRP y otras instituciones como consta en las múltiples publicaciones de mi columna Linterna de Popa desde finales de 2018. Estas proyecciones no solo se han limitado al PBI total sino también al crecimiento del PBI sectorial, la inflación, balanza comercial y déficit fiscal. En todas ellas, el pronóstico del modelo Maximixe-Predice ha tenido un mejor desempeño que las proyecciones del BCRP.

¿Qué nos espera para el 2020? De acuerdo con las proyecciones del modelo Maximixe-Predice la evolución del PBI será ligeramente superior a la evolución del 2019, arrojando un crecimiento de 3.1% para todo el 2020. Este crecimiento será inferior al 3.8% pronosticado por el BCRP.

 

En la Tabla 1 se presentan los pronósticos del BCRP y del modelo Maximixe-Predice para el 2020 tanto para el PBI global como para los principales sectores de la economía. La proyección del BCRP, como en otras ocasiones, resulta muy optimista proyectando un crecimiento de 3.8%. El clima de inversión en el país no es el mejor en un año donde se elegirá un nuevo Congreso y con un escenario internacional nada propicio.

Las proyecciones del BCRP contemplan un fuerte crecimiento de los sectores Pesca (23.0%) y Manufactura (6.0%). Estas altas tasas de crecimiento se basan en el supuesto de una fuerte recuperación del sector pesca en el 2020 que ha tenido un año difícil en el 2019. Sin embargo, este supuesto podría no concretarse en vista de las cambiantes condiciones de la temperatura en la costa sur de Latinoamérica.

De la misma manera los crecimientos proyectados por el BCRP para los sectores Electricidad, Gas y Agua, Comercio y Otros Servicios no guardan relación con los niveles de inversión observados en estos sectores ni en la demanda final que se encuentra deprimida por el bajo nivel de ingresos y la escasa creación de nuevos puestos de trabajo formal.

VARIABILIDAD DEL CRECIMIENTO

Adicionalmente, las proyecciones del BCRP para el 2020 no guardan relación con las expectativas macroeconómicas de los diferentes agentes de la economía. Según la encuesta del BCRP realizada a fines de noviembre, las instituciones del sistema financiero y los analistas económicos proyectan un crecimiento del PBI para el 2020 de 3.0%. Por su parte las empresas no financieras proyectan un crecimiento de 3.2%. Es decir, ambas expectativas se encuentran por debajo del crecimiento proyectado del BCRP.

En estas circunstancias, seria recomendable que la gerencia de estudios económicos revisara su metodología y las herramientas cuantitativas utilizadas para realizar sus proyecciones macroeconómicas. No es posible que año tras año, las proyecciones iniciales del crecimiento del PBI tengan un error que sobrepasa el 40% de la tasa de crecimiento observada. Si bien nadie tiene una bola de cristal para predecir la marcha de la economía, el uso de modelos econométricos coherentes debería reducir el rango de error a un 10%. De esta manera se podría afinar la políticas monetaria y fiscal de una manera más eficiente.