¿Qué es más importante, controlar la inflación o evitar la recesión?

A mediados del año pasado, el gran debate fue si la inflación sería “transitoria”. Como evidentemente la inflación no ha sido transitoria, la pregunta ahora es que hará el BCRP al respecto. El incremento de medio punto mensual  en la tasa de interés de referencia que viene aplicando el BCRP no es suficiente, porque las  tasas de interés reales (tasa nominal menos inflación) continúan siendo negativas. Este debate esta asociado a la pregunta de que es más importante controlar la inflación o evitar una recesión. El aterrizaje suave (“soft landing”) es una quimera. La inflación afecta más a los más pobres.

La aceleración del aumento mensual de las tasas de interés del banco central americano (FED) de 0.25 puntos porcentuales en marzo de este año a 0.75 puntos porcentuales en este mes puede servir de referencia.  Como las tasas reales continúan negativas en ese país, es muy probable que los aumentos de 0.75 puntos por mes continúen por lo que resta de este año.

El problema es que el aumento de las tasas de interés del FED, sumado a las cuarentenas de la China para controlar la pandemia y la guerra en Ucrania vienen deprimiendo el precio del cobre, por la caída de la demanda mundial y aumentando el precio del petróleo, como consecuencia del boicot a Rusia. Estas son malas noticias para la economía peruana.

En el Gráfico 1 se muestra la evolución de los precios del cobre y el petróleo desde inicios del 2022. Observamos que hasta el mes de marzo los precios del cobre venían subiendo, llegando a cotizar por encima de los 480 centavos de dólar.

A partir de marzo los precios del cobre iniciaron una tendencia negativa. A mediados de Junio, el precio del cobre ha llegado a bordear los 400 ctvs. de US$. Una caída de 17.6% desde inicios del mes de marzo. Por su parte el precio del petróleo continúa subiendo y ya bordea los 120 US$ por barril.

Para la economía peruana esto significa menores ingresos tributarios, por la caída en el precio del cobre y mayor presión inflacionaria, por el mayor precio del petróleo. Además, serán inevitables el deterioro de la balanza en cuenta corriente y la pérdida de reservas internacionales (ver Gráfico 2).

En este contexto los analistas económicos se han dividido en dos grupos. El primer grupo mantiene que el BCRP debe continuar aumentando la tasa referencial a un ritmo de 0.5 puntos al mes. Con esta política la inflación se mantendrá elevada, pero, en compensación, la economía no se desacelera mucho. El segundo grupo mantiene que el BCRP debería acelerar los aumentos de la tasa de interés referencial a 0.75 puntos porcentuales hasta que la tasa real sea positiva. Con esta posición es probable que la economía entre en recesión, pero la inflación se reduciría significativamente, acercándose a la  meta del BCRP.

Existe la posibilidad teórica de que el BCRP encuentre un camino perfecto en el medio, pero será difícil que lo logre.  Eso significa que será inevitable terminar con inflación elevada o con una recesión económica. En este escenario la pregunta es cual de estos dos escenarios preferimos.

En retrospectiva, la inflación ya estaba fuera de control cuando se inició el debate sobre si sería transitoria o no. El BCRP sabe que la recesión es preferible a una inflación elevada, por lo que debió, en todo caso, errar por el lado agresivo. Por ello, debió practicar una política más agresiva durante el 2021, con aumentos mensuales de  de 0.75 puntos porcentuales hasta lograr una tasa de interés real positiva,  en lugar de los tímidos 0.5 puntos que no han logrado controlar la inflación.   El banco central estuvo más preocupado por asegurar la recuperación de la economía a los niveles prepandemia que en combatir la inflación.

Ahora no le queda más alternativa que inducir una recesión si es que quiere controlar la inflación. Las medidas heterodoxas que viene siendo implementadas por el ejecutivo ciertamente complican la labor del BCRP. Estas medidas han introducido una gran cantidad de dinero en la economía, alimentando la demanda interna que ha presionado hacia arriba los precios y elevado  las expectativas inflacionarias por parte de los agentes económicos. El retiro indiscriminado de los fondos de las AFP y los subsidios otorgados a diferentes bienes y servicios solo añade leña al fuego inflacionario.

Otra medida que viene incidiendo en la evolución de la inflación es la política cambiaria del BCRP. El tipo de cambio peruano cada vez se aleja más de sus similares de Colombia y Chile. Si bien esta política puede mitigar la inflación en el corto plazo, es contraproducente en el mediano plazo ya que resta competitividad a las exportaciones peruanas. Desde fines de 2019 hasta mediados de Junio de 2022, las monedas de Colombia y Chile se han depreciado 15% más que el sol peruano,

Desafortunadamente, así cambie de política para una más agresiva, tomara algún tiempo para que la tasa de interés de referencia real se vuelva positiva. Es muy probable que la inflación elevada se mantenga para el resto del presente año. Sin embargo, el combate a la inflación, que es un impuesto a los más pobres, debe priorizarse sobre el crecimiento económico. Las autoridades del BCRP tiene la palabra.