Inflación y Precios Relativos

¿La caída de la inflación significa un aumento del poder adquisitivo?

Esta semana el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó que los precios de la canasta básica familiar en Lima Metropolitana disminuyeron 0.09% en el mes de mayo 2024, en comparación con el mes anterior. La inflación anual se redujo a 2.0%, lo que significa que los precios han subido 2% respecto a mayo de 2023, ubicándose dentro del rango meta del BCRP (ver Gráfico 1).

Muchos analistas económicos argumentan que esto contribuirá a incrementar el poder adquisitivo de los consumidores, a elevar el PBI y a disminuir la pobreza. En esta entrega trataremos de esclarecer esta falacia.

Es cierto que cuando el nivel de precios cae la inflación se vuelve negativa. Pero la caída de solamente 0.09% en el índice de precios en mayo es ínfima en comparación con al aumento en el nivel de precios, acumulado desde 2021.

En el Gráfico 2 se presenta la evolución del nivel de precios de Lima Metropolitana tomando como base diciembre 2021 (Índice IPC base dic 2021 = 100). Observamos que desde diciembre de 2021 el nivel de precios ha aumentado 13.6%, lo que significa que el consumidor ha perdido 13.6% en su poder adquisitivo en 29 meses.

Para poder medir en su verdadera dimensión la pérdida de poder adquisitivo es necesario tomar en cuenta el aumento de ingresos que ha tenido el consumidor promedio. Un indicador de los ingresos promedio de los consumidores puede ser la Remuneración Mínima Vital (RMV). En este caso la pérdida de poder adquisitivo sería el precio relativo entre el índice de precios al consumidor (IPC) y la RMV. Si el IPC crece más rápido que la RMV, entonces se produce una pérdida real de poder adquisitivo de la RMV.

En el Gráfico 3 se presenta la evolución de los índices de precios del IPC, RMV y el IPC Alimentos tomando como base diciembre de 2021 = 100. Observamos que el ajuste de la RMV otorgado en mayo de 2022 permitió que la RMV estuviera por encima del IPC y que por lo tanto se lograra un aumento real del poder adquisitivo de la RMV. Sin embargo, este aumento real se ha ido diluyendo y a partir de marzo de 2023 se viene generando una pérdida de su poder adquisitivo que al mes de mayo llega a 3.8%.

Sin embargo, una medida más realista de la pérdida de poder adquisitivo se obtiene cuando se compara la RMV con el IPC de Alimentos que es el rubro que más afecta a los consumidores de bajos ingresos. En este caso, la pérdida de poder adquisitivo acumulada desde diciembre de 2021 de la RMV llega a 10.4%.

La pérdida real de poder adquisitivo de la RMV se ha venido compensando con los sucesivos retiros del fondo de las AFPs y las CTS. Pero este efecto es temporal y beneficia a menos del 30% de los trabajadores, al excluir a los trabajadores informales que no tienen depósitos en estas instituciones.

La reducción de la inflación no va a solucionar la pérdida de poder adquisitivo en el corto plazo. Por otro lado, un aumento desproporcionado de la RMV podría ocasionar un rebrote inflacionario. El caso de los consumidores de bajos ingresos es aún peor. La pobreza no va a disminuir con la reducción de la inflación: en el mejor de los casos, una menor inflación impedirá que la pobreza siga aumentando al ritmo observado en los últimos años. 

Lo que se requiere es un aumento significativo de la productividad laboral que permita aumentar las remuneraciones sin ocasionar una presión inflacionaria. Para ello se necesita una mayor inversión privada que se traduzca en empleo productivo.

Si bien el BCRP con una acertada política monetaria (aunque de tardía ejecución) ha logrado contener la inflación, la situación de los precios relativos es bastante preocupante. En particular muchos precios de alimentos registran incrementos de precios muy por encima del aumento del IPC. Mientras que desde diciembre de 2021 el IPC total en Lima Metropolitana ha aumentado 13.6%, los productos alimenticios han experimentado aumentados mayores, como, por ejemplo, fideos (55%), huevos (70.4%), frutas (73.8%), verduras (42%), leche (21.1%). Solo el rubro de pescados ha registrado caídas sobre los niveles de diciembre de 2021 (-5.6%). Es decir, que por más que la inflación haya bajado, el nivel de precios respecto a diciembre de 2021 aún se mantiene elevado y el presupuesto familiar, que no ha registrado incrementos, no alcanza para cubrir el costo de la canasta de consumo.

La distorsión de precios relativos es una amenaza latente para el resurgimiento de la inflación. El ajuste de la RMV y las tasas de interés deben ser manejadas técnicamente para evitar una mayor distorsión que afecte el poder adquisitivo de los estratos más pobres de la población.