Crecimiento del PBI

Esta semana el INEI divulgó los datos de crecimiento del PBI del mes de abril. El crecimiento medido respecto al mismo mes del año pasado ha sido de 7.8 %.  Este resultado ha motivado que muchos analistas ajusten sus proyecciones de crecimiento para todo el año 2018 a más de 4 %. Sin embargo, hay que tomar el resultado de abril con cautela. El crecimiento de 7.8 % es producto de que para su medición se ha utilizado como base de comparación la producción del mes de abril del año pasado que fue excepcionalmente baja como consecuencia del fenómeno del Niño costero. Justamente los sectores agricultura, pesca y manufactura que se vieron afectados por el fenómeno del Niño son los que han registrado los mayores crecimientos (11.0, 81.1 y 20.3 % respectivamente), mientras que el sector minería, que fue el motor del crecimiento del año pasado, apenas ha crecido 1.1 % en abril.

En esta entrega utilizamos el modelo Maximixe-Predice (que es una versión mejorada del modelo Predice desarrollado por el autor en colaboración con Maximixe) para analizar cuán posible es que el PBI crezca más de 4 % este año. El modelo utiliza las proyecciones del PBI potencial y del “Business Cycle” (diferencias de corto plazo entre el PBI observado y el PBI potencial) para los 14 principales sectores de la economía. Por limitaciones de espacio en esta entrega solo presentamos el análisis de las proyecciones del PBI total.

El PBI potencial se obtiene aplicando el filtro Hodrick-Prescott (H-P) a los valores del PBI para el periodo 1990Q1 – 2018Q1. El filtro H-P es aproximadamente un promedio móvil de la evolución del PBI trimestral. Para eliminar la estacionalidad de las series trimestrales se ha utilizado el promedio acumulado de los últimos cuatro trimestres. El PBI potencial está definido por la evolución del stock de capital de la economía. A su vez, el stock de capital depende de los niveles de inversión y la depreciación del capital existente. Por su naturaleza el PBI potencial crece parsimoniosamente ya que la inversión se da en forma progresiva.

A diferencia del PBI potencial el “business cycle” es más volátil y depende de la evolución de variables de corto plazo como son la tasa de interés, el crédito y variaciones en los factores de demanda como el consumo y las exportaciones.

En el Gráfico 1 se presenta la evolución del PBI potencial y el PBI observado trimestral para los últimos 7 años. Observamos que el ciclo económico (business cycle) tiene una duración de 11 a 12 trimestres. Esto significa que se necesitan 6 trimestres aproximadamente para pasar de la etapa mas baja del ciclo a la etapa más alta alrededor del PBI potencial.

En el caso actual de la economía peruana, el ciclo económico llegó a su punto de inflexión en el último trimestre del año pasado.  Por lo tanto, se esperaría que en 6 trimestres el PBI observado supere los niveles del PBI potencial.  Por supuesto esta evolución va a depender de que se mantengan las condiciones favorables del sector externo y la expansión del crédito incentivado por las bajas tasas de interés. Cuán más rápida va a ser la recuperación también depende de la evolución del PBI potencial en los próximos trimestres. Como hemos explicado en párrafos anteriores, el crecimiento del PBI potencial depende de los niveles de inversión, especialmente la privada que es la de mayor cuantía. 

En el Gráfico 2 se presentan los crecimientos anuales del PBI potencial y el PBI observado acumulado de los últimos 12 meses incluyendo su proyección hasta fines del 2018. Las proyecciones han sido obtenidas con el modelo Maximixe-Predice. Observamos que los últimos datos disponibles son para el I-T del 2018. En este trimestre los datos divulgados por el INEI revelan que el PBI potencial viene creciendo a una tasa anual de 3.2 %, mientras que el PBI observado lo hace a una tasa de 2.6 %.

En este gráfico se observa claramente el ciclo económico de 11 trimestres alrededor del PBI potencial (del I-T del 2013 al IV-T del 2017). Por lo tanto, se espera que el actual ciclo económico tenga similares características y duración. Lo que es diferente en la actualidad es el nivel del PBI potencial. Mientras que en el 2012 el PBI potencial crecía a una tasa anual de 4.5 % como consecuencia de las altas tasas de inversion de esos años, en la actualidad el PBI potencial apenas crece al 3.2 %.

El modelo proyecta una recuperación del PBI potencial proporcional a la lenta recuperación de la inversion privada acompañada por la recuperación de la inversión pública. La recuperación del PBI potencial arrastra hacia arriba la expansión del ciclo económico. Sin embargo, los niveles del PBI potencial aún no son lo suficientemente elevados como para que el ciclo económico supere el crecimiento del 4 % en el presente año.

Para superar el 4 % anual se requiere mayores niveles de inversión privada ya que el aumento de la inversión pública por su tamaño relativo a la inversión total no es suficiente como para elevar el crecimiento del PBI potencial a más del 4 %. De mantenerse las condiciones actuales el PBI observado acompañaría el comportamiento del ciclo económico alrededor del PBI potencial y sólo llegaría a superar el 4 % a fines del 2019.

El Gobierno viene apostando a que la recuperación del crecimiento económico permitirá reducir el déficit fiscal y restablecer el equilibrio macroeconómico. Pero puede estar cometiendo un grave problema de diagnóstico.  De no concretarse crecimientos superiores al 4 % corremos el riesgo de que la deuda como porcentaje del PBI se aproxime al nivel crítico de 30 % del PBI comprometiendo nuestra calificación crediticia y la pérdida del grado de inversión.

Lamentablemente ni el Ejecutivo ni el Legislativo parecen estar conscientes de que lo que se necesita es una verdadera reforma tributaria, una reforma del sistema de salud y previsión social y una flexibilización laboral en todos los sectores de la economía. Sin estas reformas no habrá inversión privada y no se generarán los puestos de trabajo formal que la economía necesita de forma perentoria.