La Balanza Comercial Real y los Términos de Intercambio

La Balanza Comercial es la diferencia entre el valor de las exportaciones y las importaciones de bienes de un país. Usualmente la balanza comercial se mide en dólares americanos corrientes y, por ello, su valor depende, en gran medida, de los precios internacionales de los principales productos de exportación e importación. A la relación entre los precios de exportación e importación se le conoce como Términos de Intercambio.

Si al valor de nuestras exportaciones e importaciones de bienes les quitamos el efecto de los términos de intercambio tenemos la balanza comercial real, es decir la diferencia de nuestras exportaciones e importaciones medidas en valores constantes (por ejemplo dólares constantes de 2007). ¿Por qué es importante conocer la evolución de la balanza comercial real? Porque las exportaciones reales nos miden su volumen (cuantas toneladas de cobre) libre del efecto temporal de los precios internacionales de las exportaciones. De igual manera, las importaciones reales nos miden su volumen (cuantos barriles de petróleo) libre de los precios fluctuantes en el mercado internacional. Por lo tanto la balanza comercial real nos mide el efecto neto del volumen de nuestras exportaciones y su impacto en el PBI real.

En el Gráfico 1 se presenta la evolución mensual de la balanza comercial real para el periodo enero 2015 – agosto 2022. Para evitar los efectos estacionales se ha utilizado el valor acumulado de los últimos 12 meses expresado en millones de US$ dólares constantes de 2007.

Observamos que después de un déficit en el 2015, la balanza comercial real se recuperó para llegar a un nivel promedio de 6,000 millones de US$ dólares durante el periodo 2017 – 2020, sin ser afectada significativamente por la pandemia.  Sin embargo, a partir del 2021 la balanza comercial real se ha venido deteriorando aceleradamente.

¿Cómo explicar este comportamiento? En el Gráfico 2 se presenta la evolución de las exportaciones e importaciones reales. Entre 2017 y 2020 la balanza comercial real se mantuvo positiva gracias a la inversión realizada por los mineros como por los agroexportadores, cuyos crecientes niveles de producción sustentaron los mayores niveles de importaciones requeridos por el crecimiento económico de esos años. Sin la inversión realizada por mineros y agroexportadores no hubiese sido posible mantener el nivel de la balanza comercial real en los US$ 6,000 millones anuales.

A partir del 2021 esta situación se ha invertido debido a la falta de inversión, especialmente en el sector minero (exportaciones tradicionales), y se está reflejando en el deterioro de la balanza comercial real. Lo peor es que este deterioro tenderá a acentuarse en el futuro (ver Gráfico 3). La incertidumbre política y la manifiesta política anti minera del gobierno viene reduciendo la inversión en minería, sector que difícilmente podrá mantener sus niveles de producción en los próximos años. Es decir, el volumen de exportaciones mineras tenderá a caer en los próximos años no por falta de demanda internacional si no por falta de oferta exportable.

Algo similar podría suceder con las agroexportaciones (exportaciones no tradicionales). Por ahora existen muchos proyectos de agroexportación que en están en fase de maduración y, por lo tanto, la oferta exportable aun se encuentra en fase de crecimiento (ver Gráfico 3). Pero la falta de nueva inversión debido a los obstáculos que viene poniendo el gobierno a la agroexportación auguran un estancamiento de las agroexportaciones en los próximos años.

Por el lado de las importaciones reales, la situación también es preocupante. El volumen de importaciones de materias primas (petróleo) se viene incrementando (ver Gráfico 4). El incremento del volumen de petróleo importado pareciera reflejar el impacto de los subsidios otorgados por el gobierno al consumo de petróleo y derivados para reducir el impacto inflacionario. A menor precio relativo del petróleo más consumo.

Por otro lado lo preocupante es que el volumen de bienes de capital importado está disminuyendo. Esto es consecuencia directa del estancamiento de la inversión privada. Al mismo tiempo es preocupante que, a diferencia de los bienes de capital, la importación de bienes de consumo esté aumentando. Este aumento es reflejo de las políticas de bonos y subsidios que el gobierno viene implementando para incentivar la demanda sin tener un escenario propicio para el aumento de la inversión privada que fomente la oferta nacional de bienes de consumo. Sin aumento de inversión no hay aumento de la oferta y por lo tanto cualquier política gubernamental orientada al aumento de la demanda solo contribuirá a mayores importaciones o una mayor inflación.