Mercado de Capitales y Financiamiento Verde

El mercado de valores peruano posee un potencial considerable para catalizar el crecimiento del financiamiento verde. La Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) puede desempeñar un papel decisivo mediante el perfeccionamiento de las regulaciones y la promoción de la emisión de instrumentos de tesis verde, los que han sido diseñados para financiar proyectos con beneficios ambientales, ofreciendo una alternativa atractiva para los inversionistas comprometidos con la sostenibilidad.

En Perú, la Bolsa de Valores de Lima (BVL) emitió la “Guía de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles” en 2018, estableciendo lineamientos para la emisión de estos bonos. Sin embargo, la SMV podría potenciar esta iniciativa mediante la simplificación de los procesos de emisión para este tipo de instrumentos y propiciando -por intermedio del MEF ante el Congreso de la República- la introducción de incentivos tributarios específicos. La reducción de barreras regulatorias y la creación de un entorno normativo favorable incrementarían la oferta de instrumentos verdes y mejorarían la accesibilidad para proyectos sostenibles, atrayendo así a un mayor número de inversionistas.

Para fortalecer el financiamiento verde, la SMV puede analizar la experiencia de mercados avanzados como los de la Unión Europea y Estados Unidos. En la UE, la Taxonomía Verde y el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) establecen criterios claros para determinar si una inversión es ambientalmente sostenible. Estas regulaciones mejoran la transparencia y ayudan a evitar el «greenwashing».

En Estados Unidos, los bonos de impacto social (SIB) han ganado tracción, financiando proyectos con beneficios sociales medibles y ofreciendo retornos a los inversores si se cumplen ciertos resultados. Este modelo podría adaptarse en Perú para financiar proyectos con impactos tanto ambientales como sociales, ampliando la base de inversionistas interesados.

El apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) y a los proyectos greenfield es fundamental para dinamizar el financiamiento verde. La SMV ha implementado normativas sobre crowdfunding a través de la Resolución SMV N° 032-2020-SMV/02, pero este mecanismo no ha alcanzado la efectividad esperada.

En mercados como los de Estados Unidos y Reino Unido, el crowdfunding ha sido exitoso gracias a regulaciones flexibles y plataformas tecnológicamente avanzadas. Para mejorar el crowdfunding en Perú, se podrían simplificar los requisitos de registro y emisión, fomentar la participación de intermediarios especializados y mejorar la infraestructura tecnológica de las plataformas.

El uso de tecnologías emergentes como los tokens y las finanzas descentralizadas (DeFi) también tiene el potencial de transformar el financiamiento verde en Perú. Los tokens pueden representar participaciones en proyectos sostenibles, facilitando la inversión directa y mejorando la liquidez en el mercado secundario. Las plataformas DeFi ofrecen alternativas de financiamiento más accesibles y transparentes, disminuyendo la dependencia de intermediarios tradicionales.

La arquitectura financiera internacional en el marco del Acuerdo de París ha establecido mecanismos cruciales para el financiamiento climático, como el Fondo Verde para el Clima (GCF) y el Fondo de Adaptación. Estos fondos canalizan recursos hacia proyectos que mitigan el cambio climático y promueven la adaptación, creando oportunidades para que los mercados de capitales locales se integren a estas iniciativas. La SMV podría colaborar con estas entidades para desarrollar mecanismos que faciliten la participación de empresas peruanas en proyectos financiados por dichos fondos.

La SMV también debe liderar iniciativas de educación y concienciación dirigidas a inversionistas y empresas sobre los beneficios del financiamiento verde. Esto podría incluir seminarios, talleres y material educativo en línea, ayudando a construir una base de conocimiento sólida en torno al financiamiento sostenible.

La cooperación internacional es clave. Perú puede beneficiarse de las mejores prácticas implementadas por otros países que han avanzado en la regulación y promoción del financiamiento verde. La SMV podría establecer alianzas con entidades regulatorias extranjeras y organizaciones internacionales para intercambiar conocimientos y experiencias, adaptando modelos exitosos a la realidad peruana.

En términos de incentivos, la SMV podría implementar esquemas de beneficios tributarios y subvenciones para empresas que adopten prácticas sostenibles y busquen financiamiento a través de instrumentos verdes. Estos incentivos podrían incluir desde deducciones tributarias hasta subsidios directos, haciendo más atractiva la transición hacia modelos de negocio sostenibles.

Para garantizar la integridad y la eficacia en el desarrollo del financiamiento verde en el mercado de valores peruano, es crucial contar con recursos humanos en la SMV que no estén afectados por conflictos de interés y que cumplan rigurosamente con las normas de compliance, de manera similar a como lo hacen los agentes de intermediación en el mercado. La falta de adherencia a estos principios puede poner en riesgo la transparencia y la confianza en el sistema.

Es fundamental implementar mecanismos de rotación de personal en la SMV para evitar la creación de relaciones que, con el tiempo, puedan convertirse en riesgos potenciales. Esta rotación no solo asegura la independencia y la objetividad de las decisiones regulatorias, sino que también promueve una cultura de vigilancia continua y prevención de conflictos de interés, alineando a la SMV con las mejores prácticas de gobernanza y compliance adoptadas en los mercados financieros internacionales.

La transparencia y la divulgación son esenciales para fomentar la confianza de los inversionistas. La SMV debería establecer estándares rigurosos de divulgación de información para las empresas que emitan instrumentos verdes, asegurando que los beneficios ambientales sean verificables y genuinos. Esto ayudará a mantener la integridad del mercado de financiamiento verde y evitará el «greenwashing».

La innovación en productos financieros es igualmente crucial. La SMV podría promover la creación de nuevos instrumentos financieros, como es el caso de los bonos de impacto y los bonos de sostenibilidad, que financien proyectos verdes y generen beneficios sociales. Estos productos pueden atraer a una base más amplia de inversionistas interesados en generar un impacto positivo.

La supervisión y el monitoreo constante del mercado son esenciales para garantizar que las medidas implementadas sean efectivas y se ajusten a las necesidades cambiantes. La SMV debe mantenerse proactiva y flexible, adaptando sus regulaciones y estrategias a medida que el mercado evolucione y surjan nuevas oportunidades y desafíos en el ámbito del financiamiento verde.

Es imperativo que la SMV abandone el statu quo para impulsar una verdadera reforma en el mercado de capitales peruano en materia de financiamiento climático. Solo a través de una actualización y dinamización de sus políticas y prácticas regulatorias que promuevan ese tipo de financiamiento será posible que el Perú cuente con una verdadera institucionalidad que contribuya efectivamente a reducir el impacto climático.

Por ejemplo, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), el supervisor del mercado de capitales colombiano, desempeña un rol clave en la promoción del financiamiento climático a través de una serie de acciones y estrategias regulatorias, entre las que se cuenta (i) un marco regulatorio que facilita la emisión de bonos de carbono, instrumentos financieros destinados a financiar proyectos que reducen o eliminan emisiones de GEI, que asegura que dichos instrumentos cumplan con estándares internacionales y sean atractivos para los inversionistas, (ii) directrices específicas para la evaluación y certificación de proyectos de carbono, asegurando que estos sean transparentes y verificables, y (iii) requisitos de divulgación ambiental para que las empresas informen sobre sus prácticas y sus impactos, fomentando así la responsabilidad y la transparencia en materia climática.

Para fortalecer la confianza en el mercado financiero sostenible colombiano y apoyar dichas iniciativas, la SFC desarrolla programas de educación financiera y capacitación para inversionistas e intermediarios financieros sobre los beneficios del financiamiento climático. Además, colabora con organismos internacionales y fomenta alianzas público-privadas para desarrollar y financiar proyectos que contribuyan a la mitigación y adaptación al cambio climático, así como realiza un seguimiento constante y evaluaciones de impacto de los instrumentos financieros verdes, asegurando que los fondos se utilicen de manera efectiva y conforme a sus objetivos ambientales, promoviendo de esta manera no solo la sostenibilidad sino la responsabilidad ambiental.