El MEF está pecando de optimista
Esta semana el MEF publicó su Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2025 – 2028. El MMM contempla un crecimiento del PBI de 3.2% para el 2024 y de 3.1% para el 2025. Las proyecciones del PBI del MMM son ligeramente superiores a las proyecciones del BCRP en su Reporte de Inflación del mes de junio (3.1% y 3.0%).
El optimismo del MEF para las cifras de crecimiento se basa en los crecimientos del PBI revisados al alza por el INEI de los meses de abril y mayo (5.38% y 5.15% respectivamente) pero no parecen tomar en cuenta la pronunciada desaceleración del mes de junio (0.21%) y los indicadores de antecedencia para los meses de julio y agosto.
En el Gráfico 1 se presenta la evolución reciente del crecimiento del PBI tanto en términos de crecimiento mensual (en azul) como del crecimiento del PBI acumulado de los últimos 12 meses (en rojo). El crecimiento mensual se refiere al crecimiento respecto al mismo mes del año anterior. Observamos que el crecimiento del acumulado de los 12 últimos meses fue de apenas 0.91% y con una tendencia de estancamiento. Para cumplir con la meta del MMM para este año, este indicador tendría que pasar del 0.91% observado en el mes de junio a 3.2% en lo que resta del año.
En esta entrega analizamos el comportamiento de los indicadores de antecedencia para saber si las predicciones del MMM tienen sustento. En el Gráfico 2, se presenta la evolución del crecimiento anual de la demanda de electricidad divulgado por el COES (Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado) hasta lo que va del mes de agosto. Observamos que las caídas de la demanda de electricidad en los meses de marzo y junio anticiparon bien la caída del PBI comprobando la bondad de este indicador de antecedencia. Este indicador registró caídas de 1.0% en el mes de marzo y 0.2% en el mes de junio coincidentes con las desaceleraciones del PBI en estos meses. En el mes de julio este indicador registró un crecimiento de 3.0%, y en lo que va del mes de agosto un crecimiento de 2.0%.
Estos resultados nos indican que no hay una clara tendencia de aceleración del crecimiento de la demanda de electricidad respecto a los crecimientos observados a inicios del 2023. Los crecimientos del PBI en más de 5% en abril y mayo, que superaron el comportamiento en la demanda de electricidad en esos meses, se explican por el crecimiento significativo del sector pesca, que no utiliza electricidad como su mayor insumo.
Otro indicador de antecedencia que no viene bien es el consumo de cemento. En el Gráfico 3 se presenta la evolución mensual de la producción de cemento. Observamos que, en lo que va del año, la producción de cemento dista mucho de los niveles registrados en 2022 o inicios del 2023. Los datos del mes de junio registran una caída respecto a los niveles del mes de mayo y los datos de julio registran una caída de 7% respecto a los niveles del mismo mes de 2023. Dado que el consumo de cemento determina en gran medida el crecimiento del sector construcción, se espera un comportamiento débil de este sector en el mes de julio y de lo que resta del año.
Tomado en cuenta estos indicadores hemos alimentado nuestro modelo PREDICE para determinar la probable evolución del PBI para lo que resta del 2024. En el Gráfico 4 se muestran las proyecciones para la evolución tanto del PBI mensual como del PBI acumulado de los últimos 12 meses.
Observamos que en el mes de junio el PBI mensual registró una desaceleración significativa llegando a 0.21%. Para el resto del año, el PBI mensual registraría crecimientos entre 2 y 3% anual. Como resultado, el crecimiento del PBI acumulado de los últimos 12 meses iniciaría una lenta recuperación en lo que resta del año para cerrar 2024 con un crecimiento de 2.4%, que si bien supera la caída de 0.5% registrada en 2023, no alcanza el nivel de 3.2% anunciado por el gobierno en su MMM.
¿Por qué es importante que las proyecciones del PBI sean realistas y no optimistas? Porque una proyección optimista lleva a inflar los montos de ingresos y gastos contemplados en el presupuesto. Es muy importante que la ejecución del gasto público se base en proyecciones realistas, a fin de evitar que el déficit fiscal exceda lo presupuestado y eso conduzca a un mayor endeudamiento, incumpliendo las metas establecidas en el Marco Macroeconómico Multianual. Las autoridades tienen la palabra