Nuestra entrega de la semana pasada ha sido criticada por un comentarista de un programa televisivo aduciendo que la relación entre la tasa efectiva del IGV y la informalidad laboral es una falacia. En esta entrega demostramos que las aseveraciones del comentarista han sido apresuradas ya que no existe tal falacia y por lo tanto nos reafirmamos que con base a los datos estadísticos existentes, la disminución de la tasa del IGV no tiene efecto directo en la reducción de la informalidad laboral.
El comentarista aduce que la relación inversa (correlación negativa) entre la tasa efectiva del IGV y la informalidad laboral es una falacia porque es incorrecto utilizar la tasa efectiva del IGV para realizar una inferencia estadística del impacto de la tasa legal del IGV sobre la informalidad. El comentarista sostiene que a más informalidad se recauda menos IGV y por lo tanto la tasa efectiva del IGV será menor independientemente de cual sea la tasa legal del IGV. En otras palabras, el comentarista mantiene que la relación inversa que se observa en el Gráfico 1 no puede usarse para aseverar que la reducción de la tasa del IGV no va a tener efecto sobre la informalidad laboral.
A nuestro entender el comentarista comete dos errores en su apreciación. El primer error es que confunde la informalidad de las empresas con informalidad laboral. La evasión del IGV es realizada por las empresas no por los trabajadores. La informalidad laboral se define como el porcentaje de la fuerza laboral que no paga las contribuciones a EsSalud y al sistema previsional (ONP y AFPs). La informalidad de las empresas es muy diferente a la informalidad laboral. En el caso de las empresas la informalidad está asociada al no pago del impuesto a la renta de personas jurídicas y al no pago de impuestos indirectos (IGV, ISC y otros). En el caso de los trabajadores la informalidad está asociada al no pago de las contribuciones sociales y de salud y al impuesto a la renta de personas naturales. Una empresa puede ser formal (paga IGV o RUS) pero sus trabajadores son informales. También una empresa puede ser informal (evade el pago del IGV) pero con trabajadores formales.
Los porcentajes de informalidad empresarial son diferentes a los porcentajes de informalidad laboral. De acuerdo a las cifras del INEI el porcentaje de informalidad empresarial en 2012 fue superior al 88 %. Sin embargo la informalidad empresarial es más difícil de medir. El número de empresas que se crean y que desaparecen en un año es muy volátil. La cuantificación de la evasión tributaria por parte de las empresas se dificulta por el gran número de regímenes tributarios (Régimen General, Régimen Especial, Régimen Simplificado, etc.). Una empresa puede estar en el Régimen General y aun así evadir parte del IGV. En este contexto, es muy difícil tener un indicador objetivo del nivel de informalidad empresarial.
Una situación diametralmente opuesta ocurre con la medición de la informalidad laboral. La condición de formalidad laboral (pago de contribuciones a EsSalud) es registrada y divulgada mes a mes por la SUNAT. Por lo tanto, se tiene una cuantificación objetiva de la formalidad y dado que se conoce la magnitud de la fuerza laboral, por complemento podemos obtener un indicador objetivo de la informalidad laboral.
De lo anteriormente expuesto queda demostrado que no existe una relación directa entre la evasión del IGV y la informalidad laboral. Y no la puede haber porque la decisión de evadir el IGV es una decisión de la empresa mientras que la decisión de ser informal en el campo laboral es una decisión del trabajador.
El segundo error que a nuestro entender comete el comentarista es negar validez al uso de la tasa efectiva del IGV como variable de inferencia estadística para determinar si existe correlación y/o causalidad entre la reducción de la tasa del IGV y la informalidad laboral. La tasa legal del IGV no es la tasa efectivamente pagada por el promedio de los contribuyentes ya que existen contribuyentes que pagan tasa cero (por ejemplo los contribuyentes del régimen único simplificado, RUS, o los contribuyentes de la zona de selva). Es evidente que la variable relevante para una inferencia estadística sobre el impacto de la tasa del IGV en la informalidad laboral es la tasa efectiva y no la tasa legal. Un contribuyente del RUS toma su decisión de pagar o no pagar las contribuciones a EsSalud (informalidad laboral) de sus trabajadores ( y de éstos aceptarla) basado en su tasa cero de IGV y no en la tasa legal del IGV ya que esta última no lo afecta a no ser que opte por el régimen general.
El índice de informalidad utilizado en el Gráfico 1 abarca el universo de actividades económicas del país. De igual forma, la tasa efectiva del IGV abarca todo el universo de contribuyentes (los sujetos y los no sujetos al IGV). Utilizar la tasa legal del IGV estaría limitando el universo de contribuyentes a solo los que se encuentran en el régimen general y por lo tanto sesgando la inferencia estadística del impacto de la tasa del IGV sobre la informalidad laboral.
Los argumentos expuestos demuestran que no es una falacia el utilizar la tasa efectiva del IGV como variable explicativa del impacto del IGV en la informalidad laboral. En consecuencia, es válida la inferencia estadística mantenida en nuestra entrega de la semana pasada de que la tasa del IGV no tiene un impacto relevante en la informalidad laboral. Más bien, en el ejercicio econométrico realizado la semana pasada se concluye que hay otro tipo de variables, como el costo de oportunidad entre la productividad laboral y el costo salarial, que son más relevantes estadísticamente.
Por lo tanto, un conjunto de medidas que contribuyan a aumentar la productividad laboral más que el costo salarial, o a disminuir el costo salarial más que la productividad laboral, harían que disminuya la informalidad laboral. Definitivamente este tipo de medidas serían más efectivas en la reducción de la informalidad que una disminución de la tasa del IGV.