La deforestación de bosques afecta en gran medida la sostenibilidad del ecosistema amazónico, siendo principalmente las actividades como la tala ilegal, la minería informal, el narcotráfico y la agricultura informal responsables de este hecho. Sin embargo, esa última actividad es partícipe de más del 90% de la deforestación de las más de 120 mil hectáreas de bosques que se talan por año, siendo ocupadas principalmente para el cultivo del café, cacao y palma aceitera, a pesar de que el terreno amazónico no es apto para actividades agrícolas.