La Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP) señaló que aunque el sector agro observa con buenos ojos el desempeño de su actividad para 2021, las preocupaciones sobre los efectos de la renovada Ley Agraria van asomándose conforme el panorama local se va ajustando a las nuevas reglas de juego. La norma aprobada en diciembre pasado buscaba atender las demandas de los agricultores y trabajadores agrarios que protestaron en aras de alcanzar mejoras en sus condiciones laborales y jornales por parte de las empresas. Y aunque el Ejecutivo finalmente dio luz verde a la nueva ley, no dejó de reconocer que era imperfecta porque no satisfizo a todos los actores involucrados. A esta situación de disconformidad, se ha sumado ahora la incertidumbre electoral y el deterioro de las expectativas en cuanto a la puesta en marcha de nuevos proyectos de inversión en un sector que, aún en el pico más alto de la pandemia, continuó cosechando buenos resultados, ya que creció 3,1% en el 2020, impulsado fuertemente por la producción de arándanos, mangos, paltas y uvas.
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