La actividad empresarial en las cuatro economías avanzadas más grandes (G4) ha disminuido, marcando un cambio significativo en la expansión económica que se había observado hasta mayo. La tasa de expansión del sector de servicios en el G4 también ha disminuido, lo que indica un impacto creciente de las tasas de interés más altas en la demanda del consumidor. Además, la inflación sigue siendo un problema, especialmente en el sector de servicios, aunque se observa cierta desaceleración en el crecimiento del empleo.
Los datos preliminares de la Encuesta PMI de agosto de S&P Global muestran que las principales economías desarrolladas están experimentando una contracción por primera vez desde enero. Esta contracción se debe en gran medida a la política monetaria más estricta en el oeste, que está afectando la demanda. Mientras que la actividad empresarial en la Eurozona y el Reino Unido está disminuyendo, y el crecimiento en EEUU está casi estancado, Japón muestra un crecimiento robusto. Además, la inflación sigue siendo un problema, especialmente en el sector de servicios, lo que añade preocupaciones sobre la lucha para reducir la inflación al 2%.
El sector de servicios ha experimentado una desaceleración significativa, especialmente en actividades como recreación, viajes y turismo. Esto se atribuye al impacto de las tasas de interés más altas sobre la demanda del consumidor. Por otro lado, la producción manufacturera en las economías del G4 (EEUU, Eurozona, Reino Unido y Japón) ha estado contrayéndose durante cuatro meses consecutivos, y la tasa de declive de la producción de fábrica se ha acelerado a uno de los niveles más altos desde la crisis financiera global.