#ElDatoDelDía
Los mercados de abasto están en el ojo de la tormenta al ser espacios en los que el Covid-19 tiene un abundante caldo de cultivo para el contagio. El Gobierno tardó mucho en la desinfección de estos lugares de riesgo y ahora se están viendo las consecuencias. El número de personas que trabaja en los mercados de abasto, en puesto fijo o como ambulante, se aproxima a 600 mil, por lo que el radio de infectados es inmenso.
Para analizar las posibilidades de los mercados de abasto como focos infecciosos, MAXIMIXE recurre al Censo Nacional de Mercados de Abasto (CENAMA) de 2016 elaborado por el INEI como una aproximación de la situación previa a la pandemia. Es poco probable que los datos del Censo hayan mejorado sustancialmente entre 2017 y 2020 si se tiene en cuenta el descontrol de la mayoría de los gobiernos locales en dicho lapso.
Revisando los ratios de la infraestructura vinculada a aspectos sanitarios, se observa que los mercados de abasto de las regiones del país con mayor número de contagiados tienen problemas de cobertura plena en servicios sanitarios. Además, si se correlaciona el número de estos comercios (estandarizado por densidad de habitantes) con la cantidad de personas que un infectado puede contagiar (conocido como número de reproducción efectiva o R), se advierte que en las regiones en las que las personas tienen menores opciones de compra entre centros de abasto, el potencial de contagio es mayor. Por lo tanto, para MAXIMIXE el gran detonador de infecciones en provincia es la aglomeración en los mercados de abasto.
#LasCifrasHastaHoy
Al 04 de mayo el número de pruebas realizadas se ubicó en 385.492, con 12,3% de ellas dando resultados positivos al virus y manteniendo las pruebas rápidas una proporción de 83% del total. La tasa de letalidad no baja de 2,8%, mientras que la cifra de mortalidad avanzó hasta los 41,9 fallecidos por millón de habitantes.
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