El primer ministro griego además afirmó que espera lograr un nuevo acuerdo de ayuda con los acreedores de su país 48 horas después del referéndum del domingo.
La autoridad dijo a la cadena de televisión ANT1 que las escenas vividas en Grecia en los últimos días, como largas filas en los cajeros automáticos y ancianos esperando horas para cobrar sus pensiones, eran «vergonzosas».
No obstante, culpó de esa situación a sus socios de la zona euro, que obligaron al Banco Central Europeo a congelar fondos vitales para los bancos.
El fin de semana, el gobierno griego someterá a consulta popular la propuesta de sus acreedores de aplicar una serie de reformas a cambio de desembolsar una mayor ayuda financiera.
El país requiere de liquidez para evitar incurrir en una serie de impagos con organismos internacionales, como le ocurrió con el FMI el último martes.