La economía peruana podría expandirse un 4, 5% o más en el 2017, y el país sudamericano estaría en condiciones de emitir bonos en monedas fuertes bajo las circunstancias adecuadas, afirmó el ministro de Economía, Alonso Segura, en una revisión hacia la baja de las proyecciones de crecimiento.
El Gobierno tenía desde agosto un estimado de expansión de un 5, 3% para el 2017, una cifra que estaba actualizando, dijo Segura, quien confirmó el repunte previsto para este año de entre 3, 5% y 4% por el impulso del sector minero y una recuperación de la demanda interna.
“En el 2017 deberíamos ver una aceleración sustancial del crecimiento respecto a este año», dijo Segura a Reuters en una entrevista durante reuniones con inversionistas en Londres. “A menos que haya un choque externo significativo, no puedo ver por qué el crecimiento no debería ser de alrededor del 4.5% o incluso más”, agregó.
La economía peruana se expandió un 3, 26% en el 2015, más de lo esperado pero muy por debajo de las tasas de 6% que registró durante una década de auge de la minería por los altos precios de sus principales productos de exportación -cobre y oro- y una fuerte demanda del sector manufacturero de China.
La aceleración de la inflación, que obligó al Banco Central a subir la tasa de interés más rápido de lo previsto, afectaría los estimados de crecimiento, aunque no significativamente, y no afectaría las proyecciones de alza de precios de la entidad monetaria, manifestó Segura.
Perú se unió en febrero a países exportadores de materias primas como Nigeria, Azerbaiyán y Angola en la búsqueda de ayuda del Banco Mundial, en medio de presiones fiscales y de menores ingresos por una caída de precios de las materias primas. El país logró dos préstamos de contingencia del Banco Mundial, cada uno de 1.250 millones de dólares, a los que podría recurrir en caso de choques económicos, protegiendo así a los planes financieros del Gobierno.
Segura mencionó que no tenía planeado usar el dinero. “No es parte de nuestra base de financiamiento para el 2016 ó el 2017, por lo que no debería ser desembolsado, pero da más espacio en caso de que el mundo vaya al revés”, afirmó. “Los riesgos están a la baja, en el mundo en general y en los mercados emergentes en particular, y eso nos hace aún ser más cautelosos”, agregó.
Perú está dispuesto a recurrir de nuevo a los mercados internacionales de capital bajo las circunstancias adecuadas, dijo Segura, aunque se negó a dar detalles sobre cuándo sería. “Siempre estamos listos para ir si vemos una oportunidad”, refirió, añadiendo que si el Gobierno peruano decide realizar una nueva emisión, esperaría a que los cupones sean los mismos o ligeramente superiores a los niveles del año pasado.
Perú recurrió a los mercados internacionales tres veces el año pasado, y en su última salida en octubre vendió un bono de 1.100 millones de euros, con vencimiento el 2026 y un rendimiento de 2, 75%.
Segura dijo también que estaba “muy confiado” en que la bolsa de Lima mantendrá su calificación como “mercado emergente” en el proveedor de índices MSCI, que está realizando consultas si lo reduce o no a “mercado de frontera”.