Arabia Saudita transformará su economía con el mayor fondo soberano del mundo

Arabia Saudita se prepara para ocaso de la era petrolera y alista apertura a bolsa de Aramco en 2018,  empezado a planificar su futuro con una economía más diversificada que no dependa del monopolio de su bien más preciado, el llamado oro negro.

En pleno debate sobre las perspectivas para el petróleo y la volatilidad de los precios de los commodities, el mayor productor mundial de crudo se plantea crear un megafondo soberano de US$ 2 billones (millones de millones) que permita impulsar el crecimiento de su economía e invertir dentro y fuera de sus fronteras.

El príncipe saudí, Mohammed bin Salman, reveló a Bloomberg que su país está dando pasos claves para redireccionar sus fuentes de ingresos y el eje de esa transformación será la creación del mayor fondo soberano existente hasta este momento. A través de un proceso de transferencia de activos, su patrimonio llegará a ser aproximadamente ocho veces mayor que la economía chilena en su totalidad.

El gigantesco fondo podría comprar las cuatro mayores empresas de EEUU: Apple, Alphabet (la matriz de Google), Microsoft y Berkshire Hathaway, y le sobrarían aún US$ 102, 000 millones. Será 260 veces más grande que el fondo soberano de Chile, que con un valor de US$ 15, 200 millones, se ubica en la posición 38 del ranking mundial.

Entre los primeros activos que irán a inflar las arcas del megafondo están los ingresos que generará la apertura a bolsa de Saudi Aramco. Arabia Saudita venderá menos del 5% de las acciones de la estatal incluyendo operaciones de exploración y producción y no sólo de refinación.

La oferta pública está prevista para más tardar 2018, y elevaría el valor potencial de la petrolera a US$ 2, 5 billones, cinco veces más que Apple, convirtiéndola así en la empresa más valiosa del mundo.

“Lo que resta por ahora es diversificar las inversiones. Así, dentro de 20 años, seremos una economía o un estado que no dependa únicamente del petróleo”, aseguró el heredero de la corona.

Con la salida a bolsa de Saudi Aramco, además, el país busca convertir a la estatal petrolera, dentro de un proceso más amplio, en un conglomerado industrial.

Después de 80 años que se descubrió el petróleo, la nación busca pasar de ser el mayor exportador de crudo a tener una economía ajustada a la nueva era.

La reorientación en la estrategia económica de la nación incluye también un notable incremento, hasta de 50%, de la inversión internacional de su fondo soberano.

Las medidas anunciadas, en los últimos meses, por el príncipe han generado gran interés pues asoman la posibilidad de que la nación se abra al desarrollo de nuevas industrias, incluyendo la turística. Y es que, precisamente Mohammed bin Salman es el encargado de supervisar los ministerios, las finanzas, el petróleo y la economía a través del Consejo de Asuntos Económicos y Desarrollo, que se estableció luego de que su padre se convirtió en rey, y que también controla el Fondo de Inversión Pública.

Por otro lado, el príncipe estimó, además, que las medidas no sólo deberán centrarse en los ingresos, y destacó el énfasis que están poniendo en “aumentar la eficiencia del gasto” en un intento por paliar el deterioro en sus cuentas derivado del desplome del crudo que ha pasado factura de manera especial al mayor productor.

Este modelo de cambio estructural sigue una serie de medidas que fueron tomadas durante 2015 con el objetivo de frenar el gasto y evitar que el déficit presupuestario supere el 15% del Producto Interno Bruto (PIB).

A fines del 2015, las autoridades decidieron elevar los precios de los combustibles y la electricidad y se comprometieron a terminar con el derroche del gasto presupuestario.

Más medidas se seguirán tomando como parte del plan de transformación nacional que será anunciado dentro de un mes, incluyendo pasos para aumentar los ingresos no petroleros de manera constante a través de diversas medidas incluyendo tarifas e impuestos al valor agregado.

El gobierno solía gastar hasta 40% más de lo presupuestado y eso fue reducido hasta 12% en 2015. “Por ello no creo que tengamos problemas reales cuando se trata de bajos precios del petróleo”, aseveró el segundo en línea de sucesión.

Dentro de las últimas acciones anunciadas por la nación árabe estaría la posibilidad de congelar los niveles de producción de petróleo. Sin embargo, Mohammed bin Salman descartó dar este paso a menos que Irán se sume a la iniciativa.

Pero Teherán, que busca revivir su industria petrolera tras el levantamiento de sanciones internacionales, indicó que no respaldará el plan, que será discutido en Doha el 17 de abril, con el fin de impulsar los precios que han venido desplomándose en los últimos meses. La declaración golpeó los contratos de futuro para el crudo que bajaron en Nueva York.

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