Argentina enfrenta la peor sequía en 30 años y los agricultores de soya se preparan para la peor cosecha desde el 2009. Ante esto las expectativas de una recuperación en el crecimiento del país se ven muy afectadas, ya que la soya es el principal producto de exportación y con esto la recaudación de divisas se verá drásticamente reducida. De continuar la falta de lluvias el gobierno recortaría su proyección de crecimiento para el 2018, inicialmente estimada en 3,5%.