A pesar de que la dolarización de créditos a empresas se ha reducido en 11,5% en los últimos cuatro años, sigue mostrando una tendencia creciente desde mayo de 2016.
El riesgo de la dolarización consiste en que una mayor cotización del dólar aumenta el valor de las obligaciones en dicha moneda, cuando en muchos casos los ingresos para cubrir esas obligaciones son en moneda nacional. Además, al tener un sistema financiero dolarizado la política monetaria se vuelve menos efectiva porque la tasa de interés de referencia afecta directamente a los agentes que se financian en soles.
El Banco Central impuso en marzo de este año encajes adicionales a las entidades financieras que tenían un saldo total de créditos en dólares muy elevado excluyendo créditos para el comercio exterior. Esto implicaba que el saldo de créditos en dólares a diciembre de 2014 fuera mayor a su patrimonio y a US$ 100 millones.