Banco Central argentino se centrará en combatir inflación y no en «obsesión» por tipo de cambio

El nuevo titular del Banco Central de Argentina , Federico Sturzenegeer, anunció que su prioridad será controlar la acelerada inflación, a la que consideró el verdadero problema de la economía más allá de donde se encuentre el tipo de cambio.

Estimaciones privadas ubican a la inflación real de Argentina por arriba de 30% anual, superior a las cuestionadas estadísticas que dejó la gestión de la ex mandataria Cristina Fernández, mientras la economía está estancada y carga con un inmenso déficit fiscal.

“Esta institución prestará más atención a la evolución de la inflación, que al valor del dólar, que en los últimos tiempos ha resultado una obsesión, justamente por no haberse focalizado en el verdadero problema”, dijo Sturzenegeer a los empleados del Banco en su primer día de gestión oficial.

Hace cuatro años el Gobierno que entregó el poder el jueves estableció controles al sistema cambiario que fueron bautizados como “cepo”: las autoridades autorizan la compra y venta de dólares según la liquidez del mercado. Las reservas del Banco Central han caído en picada porque los exportadores retienen su producción ante el abismo que separa el tipo de cambio oficial del real.

Las divisas que tiene la entidad se ubican ligeramente por debajo de los US$ 25, 000 millones, pero analistas coinciden en que la liquidez verdadera sería de US$ 6, 000 millones como máximo. Muchos inversores y operadores financieros esperan una fuerte devaluación del peso para alentar las exportaciones, en línea con las promesas de campaña del presidente de centroderecha Mauricio Macri de terminar con los controles.

“Por suerte hay un enorme apoyo mundial hacia este cambio (económico) que abrió Argentina”, afirmó Macri el lunes ante industriales, a los que les anunció que eliminó los impuestos a las exportaciones industriales, tras haber acabado poco antes con impuestos a las exportaciones agrícolas más importantes.

Una fuente de la banca oficial dijo a Reuters que esta semana podría anunciarse una depreciación de la moneda, que oficialmente cotizó el lunes en 9.79 por dólar, y una fuerte alza en la tasa de referencia, actualmente en 26% promedio, para ofrecer un rendimiento atractivo en términos reales y desincentivar la demanda de moneda estadounidense.

El peso operaría en una flotación administrada con un techo cercano a los 15 pesos por dólar, detalló la fuente, que pidió el anonimato por no estar autorizada a hacer declaraciones.

“Se prevé un fuerte ingreso de dólares de los exportadores y que esto ayude a liberar la venta a importadores y dólar ahorro. Se esperan reforzar las reservas con unos US$ 10, 000 millones a US$ 15, 000 millones para buscar levantar totalmente el ‘cepo’ durante el verano austral”, dijo la fuente.

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