Un estudio de la Reserva Federal de Kansas City aborda los desafíos económicos que enfrenta el mundo tras la pandemia de COVID-19. El informe, discutido en el simposio de la Fed en Jackson Hole, destaca tres aspectos críticos: niveles récord de deuda pública, tensiones geopolíticas que amenazan el sistema de comercio mundial y una probable persistencia de bajo crecimiento en la productividad. Estos factores combinados podrían resultar en un futuro de lento crecimiento económico global, especialmente para los países en desarrollo.
El estudio señala que la deuda pública global ha alcanzado niveles récord, en parte debido a los gastos para combatir la pandemia. Además, las tensiones comerciales, particularmente entre Estados Unidos y China, y la invasión rusa de Ucrania, han erosionado el acuerdo global para el libre flujo de bienes y servicios. La productividad también se ve afectada, con un crecimiento mundial que podría asentarse en una tendencia de alrededor del 3% anual, muy por debajo de las tasas superiores al 4% impulsadas anteriormente por la economía china.
El entorno económico global se ha vuelto «muy difícil», según expertos como Maurice Obstfeld, execonomista jefe del FMI. Las políticas industriales emergentes están reordenando las cadenas de producción globales, lo que podría ser menos eficiente. Además, el endeudamiento público podría desviar el capital de países con poblaciones en crecimiento y economías menos desarrolladas, lo que podría tener graves consecuencias a nivel mundial. El estudio también aborda la necesidad de considerar políticas más inclusivas en el comercio internacional, especialmente para los países que han estado al margen del sistema global.