La economía estadounidense creció a un ritmo levemente menor a lo esperado por el gobierno en el verano. La mayoría de los economistas vaticinan que habrá una ligera aceleración en el trimestre actual y una más sólida en la primer mitad del 2016.
El Departamento del Comercio informó el martes que la economía, en cuanto al producto interno bruto, creció a una tasa anual de 2% entre julio y septiembre.
La cifra es levemente menor a la esperada, de 2.1%, debido a que hubo menos suministros de productos en las tiendas de lo que se había pronosticado.
La expansión lograda el trimestre pasado fue mucho menor a la de 3.9% registrada en el segundo trimestre, debido a la disminución en los inventarios de las tiendas. Los economistas pronostican que en el período final el crecimiento será de un 2.2%, impulsado por el gasto de los consumidores.
Según los cálculos del gobierno, el debilitado crecimiento en los inventarios de las tiendas le quitó 0.7 puntos porcentuales al tercer período, más del 0.6 previsto anteriormente. El gobierno suele recalibrar sus estimados a medida que actualiza sus datos.
El crecimiento de 3.9% entre abril y junio siguió un crecimiento casi imperceptible de 0.6% en el período enero-marzo. El crecimiento en el primer trimestre quedó deprimido por los efectos de un invierno inusualmente inhóspito y problemas en los puertos de la costa occidental.
En el trimestre actual, opinan los expertos, la economía está creciendo a un 2.2% y ello pasará a 2.3% en la primera mitad del año próximo.
El pronóstico responde a que la solidez del mercado laboral impulsará los ingresos y ello a su vez estimulará el gasto del consumidor que conforma unas dos terceras partes de la economía.
El trimestre pasado, el gasto del consumidor tuvo un crecimiento robusto de 3%, igual a lo que se había estimado. Las inversiones privadas en infraestructura cayeron a una tasa anual de 7.2%, levemente menor a lo estimado, debido a reducciones en las exploraciones de petróleo y gas, que afectaron al sector energético. Las inversiones privadas en equipos se dispararon a una tasa anual de 9.9%.