La economía estadounidense creció a su ritmo más lento en más de un año en el tercer trimestre, en medio del aumento de casos por COVID-19, el caos de la cadena de suministros, la escasez de trabajadores y los precios más altos, que pesaron sobre la actividad económica. El Producto Bruto Interno (PBI) anotó un crecimiento de 2% anual en el tercer trimestre, siendo el más débil desde la contracción en el segundo trimestre de 2020 debido a las restricciones para contener la primera ola. El gasto de consumo que representa más de dos tercios de la actividad económica, creció 1,6% tras una expansión de 12% en el trimestre anterior, explicado por el menor gasto en servicios como viajes aéreos ante la variante Delta, informó el Departamento de Comercio.
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