El Departamento de Comercio de EEUU propuso a Donald Trump la aplicación de fuertes aranceles a la importación de acero como medida revitalizadora de la industria local, que ha sido sumamente golpeada por la oleada de acero chino. Así, la entidad habría entregado dos propuestas: i) La aplicación de una tasa de 53% a las importaciones procedentes de China, además de Brasil, India y Corea del Sur (y 24% a los demás países) o ii) Imponer una cuota global de 64% sobre el nivel de exportaciones de acero a EEUU. Se busca que la industria local produzca por encima del 80% de su capacidad instalada.