ExxonMobil confirma el fin de la era de oro de las petroleras

ExxonMobil confirmó hoy el fin de la era del oro de la industria petrolera que ahora quedó obligada a una cura de austeridad debido a la caída de los precios del crudo. Las ganancias de ExxonMobil en el 2015 fueron de US$ 16.150 millones; la mitad que en el 2014. El último trimestre del 2015 fue el quinto consecutivo de baja de ganancias y su beneficio de US$ 2.780 millones en el período fue el más bajo desde el 2002.

La lucrativa exploración y explotación de crudo y gas acusó una pérdida de US$ 588 millones en Estados Unidos. ExxonMobil decidió suspender sus compras de acciones que era una forma indirecta de mimar a sus accionistas. El gigante petrolero quedó fuera de las tres principales empresas en el ránking de valor de mercado. Fue sobrepasada por Google, Apple, Microsoft y Facebook tras el desplome del precio del petróleo.

“La caída del precio del petróleo afecta la rentabilidad de las compañías petroleras y gasíferas”, dijo Diane Vazza, experta de Standard& Poor’s. El petróleo perdió casi 31% de su valor en Nueva York durante año pasado.

Chevron sufrió su primera pérdida trimestral desde 2002 (US$ 588 millones), BP acusó una pérdida trimestral de US$ 2.200 millones y Anadarko de US$ 1.250 millones. Las compañías que prestan servicios petroleros también padecen la debacle: Halliburton pasó al rojo en 2015 con una pérdida de US$ 671 millones y los beneficios de su rival Shlumberger cayeron a más de la mitad a US$ 2.070 millones.

Para hacer frente a las hostilidades del negocio petrolero, a las empresas no les queda otra salida que hacer ajustes para reducir gastos, especialmente suprimiendo empleos, ceder activos y reducir inversiones. Chevron suprimió el 10% de sus efectivos en el 2015 mientras que en Schlumberger hubo 30.000 despidos en un año. Y eso está lejos de terminar porque ambas compañías prometieron más reducciones de personal.

ExxonMobil, que está considerado como el grupo con espalda financiera más ancha, planea rebajar en 25% las actividades de perforación, plataformas, terminales y yacimientos, tras una reducción de 10% en 2015. Otras empresas petroleras buscan aumentar de tamaño para protegerse del crudo barato. Halliburton quiere comprar cueste lo que cueste a su rival Baker Hughes pese a que el departamento de Justicia de Estados Unidos objeta ese negocio.

Si los “grandes” maniobran para limitar pérdidas, los “pequeños”, que acumularon montañas de deudas desde el 2009, luchan por sobrevivir.  “Con el petróleo a 30 dólares el barril muchos proyectos deberán ser abandonados, simplemente porque ya no son económicamente viables”, dijo el gabinete Trefis.

La calificadora Standard & Poor’s (S&P) estima que el 72, 6% de los “bonos chatarra” (papeles de alto rendimiento pero de elevado riesgo) emitidos por el sector energético han sido afectados y hay grandes posibilidades de que no sean reembolsados. La situación se agravó aún más recientemente y podría empeorar luego que Estados Unidos aumentó sus tasas de interés, dice S&P. Subrayó que el nivel de ceses de pago en el sector no tiene antecedentes desde la Gran recesión de 2008/2009.

La mayoría de los analistas y economistas estiman empero que las dificultades actuales del sector energético no contagiarán de momento a otros sectores de la economía debido a la menor exposición de los bancos en ese rubro.

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