La agencia advirtió que la nota continúa con perspectiva negativa y es la segunda calificadora que otorgó el grado de ‘bono basura’ a Brasil.
Fitch Ratings rebajó la nota soberana de Brasil por una recesión más profunda a la esperada, condiciones fiscales adversas y una mayor incertidumbre política, tras el inicio de los procedimientos de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
La rebaja, sumada a la de S&P en septiembre, podría ocasionar una fuga de capitales en el país, dado que muchos fondos pensiones y otros inversores se retirar el país cuando dos calificadoras por separado le quitan el grado de inversión, según Reuters.
«A los ojos del mercado, la rebaja en la calificación era esperada, pero de todas formas pone más presión sobre el gobierno», dijo Arnaldo Curvello, jefe de gestión de activos de Ativa Corretora. «Probablemente Fitch sólo esperaba la definición de la meta fiscal para anunciarlo», agregó.
En tanto, la semana pasada, Moody’s Investor dejó en revisión la calificación de Brasil para una posible baja a categoría especulativa.
Tras el anuncio de Fitch, el ministro Joaquim Levy dijo que perder el grado de inversión era «grave» y que eso demostraba que el gobierno de Brasil no había hecho todo lo necesario. Sin embargo, el funcionario guardó silencio cuando le consultaron si se mantendría en la dirección de Hacienda.
Por su parte, el Banco Central de Brasil dijo que el país tiene liquidez suficiente y una posición externa sólida para soportar cualquier volatilidad del mercado tras la pérdida del grado de inversión y afirmó que Brasil seguía recibiendo fuertes flujos de inversiones directas y de carteras.