¿Guerra comercial entre EE.UU. y China?

Después que EE.UU. anuncio que impondrá aranceles de 25% en productos que representan 60 mil millones dólares de importaciones de China, este país replico diciendo que impondría  aranceles en 128 productos por suman 3 mil millones de dólares en importaciones de EE.UU.

Los aranceles chinos serian de 15% en tubos de acero, fruta fresca y vino, y 25% en carne de cerdo y aluminio reciclado de importaciones de EE.UU., que serían similares al 25% de arancel al acero y 15% al aluminio chino que impondría EE.UU.

El temor es que esto pueda escalar en un conflicto mayor deviniendo en una guerra comercial.

Empresarios en EE.UU., y Trump en particular quieren corregir el déficit comercial que este país tiene con China, de 375 mil millones de dólares el 2017 (o 285 mil millones de dólares según las estadísticas de China). Trump fue elegido prometiendo poner a EE.UU. primero, proteger la industria nacional (y el empleo), especialmente elevando aranceles a productos chinos que según dice vienen a EE.UU. a precios subsidiados y haciendo dumping (vendiéndose a un precio menor o costo menor al que se venden o producen en China). Para esto Trump se ha rodeado de funcionarios que comparten esa visión de China, como Peter Navarro, acérrimo critico de China (a quien acusa también de manipular su moneda para que sea barata), que es Director del Consejo Nacional del Comercio de la Casa Blanca, de Robert Lighthizer, Representante de Comercio, que ha impuesto esas medidas a China amparado en la Sección 301 del Acta de Comercio de 1974, que permite al Presidente de EE.UU. (sin pedir autorización del Congreso) imponer medidas contra países que juzgue tienen prácticas de comercio desleales contra EE.UU. Lighthizer fue Asistente del Representante de Comercio de EE.UU. durante el gobierno de Reagan en los años 1980s cuando negocio acuerdos comerciales para abrir los mercados de Japón (y de otros países) al acero, automóviles y productos agrícolas (lo mismo que quiere hacer con China).

Trump también ha ordenado que EE.UU. inicie una queja contra China en la Organización Mundial de Comercio acusándola de obligar a las empresas extranjeras a transferir su tecnología al imponerles que se asocien con empresas de ese país si quieren invertir, producir en China, y de no proteger suficientemente la propiedad intelectual extranjera (e incluso acusa a China de conducir y apoyar ataques cibernéticos para robar información de empresas de EE.UU.). Otra medida tomada bajo la Sección 301 (aparte del alza de aranceles contra productos chinos y la queja ante la OMC) incluye restringir la inversión china en EE.UU. que tenga como objetivo obtener tecnología del país[1].

Los aranceles aun no entran en efecto, mientras EE.UU. analiza y publique después la lista detallada de productos a ser castigados, proceso que tomara probablemente un mes (desde el 22 de marzo en que se anunció la imposición de aranceles). Esto deja margen para que los dos países negocien y eviten una guerra comercial que no beneficiaría a nadie. EE.UU. quiere que China le compre más productos, incluso el Secretario de Comercio de EE.UU. Wilbur Ross acaba de decir en una entrevista a Bloomberg de que una simple solución es que China compre más LNG a EE.UU. dado que necesite abastecerse de ese producto[2].  China ya es el tercer mayor comprador de LNG de ese país, después de México y Corea del Sur.

La guerra comercial perjudicaría a todos, empezando por EE.UU. que depende de muchos productos importados de China, y que al poner aranceles elevaría el precio y perjudicaría a sus consumidores, así como a sus empresas que fabrican productos en China, como Apple, la empresa más rentable del país, que manda a producir por ejemplo los iPhone en China. Además, los aranceles no solo castigarían a China sino a muchos más, pues por ejemplo, para ensamblar un iPhone en China se emplean partes y componentes de muchos países o lugares, como de Japón, Taiwán, Corea, y del mismo EE.UU[3]. Por último, China podría imponer aranceles a otros productos de EE.UU, que importa en grandes cantidades, como aviones, trigo, o soja. Entonces hay un tiempo para las negociaciones hasta la imposición definitiva de aranceles.

[1] Section 301 Fact Sheet

[2] Buy our LNG to appease Trump, US commerce secretary tells China

[3] Designed in California, made in China: how the iPhone skews U.S. trade deficit

 

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