En una entrega del mes pasado analizamos las tendencias de la inversión bruta fija privada y pública basados en los datos del INEI y el BCRP hasta el primer trimestre del 2017. Nuestra conclusión fue que la tendencia de la inversión bruta fija total no mostraba señales de recuperación y por el contrario continuaba con una tendencia decreciente. El plan de gobierno de PPK no ha logrado en más de 10 meses revertir la tendencia decreciente de la inversión iniciada en el régimen de Humala. En esta entrega analizamos el principal componente de la inversión total que es la inversión privada y sus componentes: (i) la inversión extranjera directa y (ii) la inversión privada nacional.
En el Grafico 1 se muestra la evolución de la inversión bruta fija total y sus dos componentes: la inversión privada y la pública. Para eliminar la estacionalidad y volatilidad de estas variables se ha utilizado el acumulado móvil de los últimos 12 meses. Observamos que de un pico de 54,000 millones de dólares a fines del 2013 la inversión total ha descendido a menos de 44,000 millones en el primer trimestre de 2017. Adicionalmente percibimos que la inversión pública representa menos de la cuarta parte de la inversión total. El gobierno desea llevar la inversión pública este año a US$ 15,000 millones pero los resultados hasta el mes de mayo indican que esta meta será muy difícil de conseguir este año. Y aun si se consiguiera, no será suficiente para revertir la tendencia decreciente de la inversión total.
El problema radica en la tendencia decreciente de la inversión privada que el aumento de la inversión pública por sí sola no podrá revertir. La ola de escándalos de corrupción y las idas y venidas de las decisiones gubernamentales en cuestión de los contratos públicos no han permitido mejorar el clima de inversión. No se ha avanzado en la flexibilización laboral y poco se sabe sobre las modificaciones sobre la seguridad social y seguro de desempleo.
En el Gráfico 2 se presentan las evoluciones de los componentes de la inversión bruta fija privada: (i) la inversión extranjera directa y (ii) la inversión privada nacional. La inversión extranjera directa (en verde) vino creciendo sostenidamente hasta fines del 2013 para luego iniciar una tendencia decreciente que fue revertida a mediados del 2015 con la inversión en proyectos mineros como Las Bambas. Esta reversión de la tendencia se ha mantenido en el 2016 y en lo que va del 2017 aunque sin llegar a los niveles registrados en el 2012 y 2013. Por otro lado, la inversión privada nacional (en azul) ha venido cayendo desde inicios del 2014 y continúa su tendencia decreciente. Por lo tanto podemos concluir que la principal responsable de la retracción de la inversión privada total es la inversión privada nacional.
La inversión privada nacional que venía creciendo sostenidamente hasta mediados del 2014 inició una tendencia decreciente que el nuevo gobierno de PPK no ha logrado revertir. Esta situación es resultado de las denuncias de corrupción y el deterioro del clima de negocios en las que la administración de PPK se ha visto envuelta. Los prometidos cambios a la legislación laboral y a la seguridad social aún no se materializan. El ambiente de negocios no ha mejorado. Las simplificaciones administrativas han tenido un efecto marginal. La sobrerregulación continúa y las continuas denuncias de irregularidades han paralizado a la burocracia gubernamental. No se le puede echar la culpa al escenario internacional, ya que los términos de intercambio han mejorado y las expectativas de crecimiento de nuestros socios comerciales son buenas.
La continuación de la tendencia decreciente de la inversión privada durante el 2017 se comprueba con la sostenida reducción de las importaciones de bienes de capital que el BCRP divulga mensualmente (ver Gráfico 3). Observamos en este gráfico que el valor de las importaciones de bienes de capital viene decreciendo sostenidamente desde fines del 2013. De un máximo de casi 14,000 millones de dólares importados en el 2013, en el mes de abril de 2017 el valor acumulado de los últimos 12 meses llego a menos de 11,000 millones de dólares.
Nuestro análisis indica que la atracción de nueva inversión extranjera será necesaria pero no suficiente. De la misma manera que un aumento de la inversión pública no va a ser suficiente para revertir la tendencia de la inversión total, un aumento de la inversión directa extranjera tampoco será suficiente para revertir la tendencia de la inversión privada. Lo que se requiere es un significativo cambio en las expectativas del sector privado para revertir la tendencia decreciente de la inversión privada nacional.
Mientras subsistan las trabas a la flexibilización laboral y la incertidumbre que se genera por el continuo enfrentamiento entre el legislativo y el ejecutivo a lo cual hay que agregar la precaria seguridad jurídica y ciudadana poco se puede esperar sobre una reversión de las expectativas del empresariado.
El Plan que viene elaborando la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios es una buena oportunidad para instrumentar un nuevo programa de gobierno que permita relanzar el hasta ahora inoperante programa anunciado en julio de 2016. El programa “parche” anunciado por el MEF el mes pasado es intrascendente ya que se basa casi exclusivamente en el aumento del gasto público como estrategia para la reactivación. Se requiere de un plan de gobierno integral que responda a la actual coyuntura pero que tome en cuenta los objetivos de desarrollo sostenible de medio plazo. La reconstrucción “per-se” no puede ser el único objetivo del programa de gobierno.