El cierre temporal de negocios y la imposición de restricciones a la movilidad, tendrían un impacto adverso de 2 puntos porcentuales en la evolución del PBI anual por cada mes de estricto confinamiento en economías avanzadas, según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Además, la OCDE ha alertado que el impacto directo inicial de los cierres podría llegar a recortar la actividad económica cerca de un 25% en muchos países, sobrepasando cualquier magnitud registrada durante la crisis financiera de 2008-2009. Los más afectados directamente serán los países en los que el turismo tiene mayor importancia relativa en su economía, mientras que aquellos con mayor peso del sector agrícola y de la minería podrían registrar unos menores efectos iniciales de las medidas de confinamiento, aunque su actividad también bajará como consecuencia de la caída de la demanda de materias primas.
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