El PBI real de las principales economías desarrolladas podría ser entre 2% y 5% menor en el 2030 en comparación con el nivel al que podría haber llegado en un escenario sin pandemia de COVID-19, de acuerdo con las estimaciones publicadas por IHS Markit. Según la consultora, las crisis no solo provocan recesiones a corto o medio plazo, sino que también pueden causar daños a largo plazo que retrasan su avance. En el ámbito laboral IHS Markit augura daños a largo plazo en el sector de los viajes y el entretenimiento, que afectarán sobre todo a los trabajadores menos formados, por el contrario, considera que la extensión del teletrabajo permitirá que sigan activos los progenitores que hasta ahora solían abandonar el trabajo para cuidar de los hijos. También vaticina daños en la inversión empresarial, al elevarse los niveles de deuda de las empresas y también las quiebras, si bien cree que la pandemia podría tener como efecto positivo una mayor inversión en robótica para sustituir mano de obra por capital. Por otro lado, la productividad se verá afectada por la ruptura de las cadenas de suministro mundiales y la fuerte desaceleración de la globalización, lo que afectará en mayor medida a la industria manufacturera, aunque la tendencia de aceleración de la digitalización podría mejorarla a más largo plazo. Finalmente, se espera una contracción del PBI real mundial de 5,1% en el 2020, y se expandirá 3,5% anual de media del 2021 al 2025, un 2,8% hasta el 2030 y 2,6% hasta el 2040.
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