No resulta difícil identificar una campaña de desinformación o de creación de corrientes de opinión en uno u otro sentido y no es difícil comprender su poder corrosivo sobre la sociedad.
El público se forma una opinión propia de la cosas, pero no significa que lo haga necesariamente por sí mismo. Hay influyentes y hay influidos y hay siempre grupos de difusores.
No existen recetas infalibles contra la manipulación de la información. Pero nuestras mejores armas se basan en nuestra capacidad de análisis, en nuestra comprensión lectora y sobre todo en nuestra voluntad y deseo de informarnos, más allá de los titulares y sumillas.
Debemos ser más cuidadosos y analíticos al leer la información, sobre todo económica, que se suele publicar sobre el sector. Sobre todo no deberíamos formarnos opinión leyendo solamente el titular, sino siendo más curiosos, leyendo todo y sobre todo, pensando.
Veamos lo ocurrido en marzo de 2024:
La noticia que circuló en medios y que dice:
“De acuerdo al estudio de Macroconsult, si la clasificación de anchovetas juveniles fuera como señala el IMARPE, se habrían desembarcado 963,000 toneladas de anchoveta adicionales entre 2016 y 2023. Además, se hubiera producido 233,000 toneladas de harina de pescado y 24,000 toneladas de aceite de pescado. Es decir, se han perdido exportaciones por el valor de US$ 594 millones”,
presenta un vacío al no mencionar el detalle del supuesto informe de Imarpe al que se refiere sobre la clasificación de anchovetas juveniles. Deberíamos preguntarnos si existe ese documento, su número, fecha de publicación, ubicarlo y leerlo. Podría ser cierto o no. No lo sabemos.
Detalles más amplios en los siguientes links:
https://revistapesca.blogspot.com/2024/03/los-numeros-en-el-sector-pesquero.html
https://revistapesca.blogspot.com/2024/03/la-pretension-de-reducir-la-talla.html
Esas 963,000 toneladas dejadas de pescar según esa noticia, hubieran representado en pago de derechos de pesca, la cantidad de 7´826,301 dólares al precio de la harina en diciembre 2023. Si tomásemos los precios año por año o mes por mes, la cifra sería menor.
El cálculo es sencillo: “El pago de derechos por concepto de extracción de recursos hidrobiológicos destinados el consumo humano indirecto se efectúa sobre la base de aplicar el 0.43% del valor FOB por tonelada de harina de pescado, computable sobre el precio promedio mensual según información oficial que emita ADUANET (…)” .
Para diciembre de 2023 el precio de la harina de pescado, alcanzó unos US$1,890 dólares, según PRODUCE en base a la información preliminar proporcionada por SUNAT.
Fuente. https://www.produce.gob.pe/index.php/dgchi/valor-fob
Por tanto el derecho de pesca por TM sería de US$8.13 x tm.
Entonces la noticia podría decir que “El Estado peruano, al no haber autorizado el desembarque de 963,000 toneladas de anchoveta adicionales entre 2016 y 2023, dejó de percibir la cantidad de siete millones ochocientos veintiséis mil trescientos un dólares (7´826,301) por concepto de derechos de pesca. O sea un promedio de 1´118,043 dólares por año en el periodo descrito.
No se ve tan grave como decir que se han perdido exportaciones por 594 millones de dólares. Es la misma información numérica pero que causa un impacto diferente sobre el público. ¿No?
También se podría decir cuánto dejó de percibir el estado peruano por impuesto a la renta de tercera categoría. Pero ese cálculo no se puede hacer sin tener la información contable, a diferencia de los derechos de pesca cuya información sí es posible de obtener. Por esa razón no se puede saber cuál es la utilidad neta de la industria dejada de percibir; pero que definitivamente no son 594 millones.
Entonces ¿quién ha perdido y cuánto? ¿El país, la industria, el ciudadano común? No es tan simple como lo dice la información aparecida en medios. Eso es lo que nos debe obligar a ser más críticos y cuidadosos con la información para no convertirnos en caja de resonancia de aparentes lobbys.
Otra noticia:
“Imarpe consideró que la pesca de anchoveta puede darse desde los 10.5 centímetros, pero Produce impuso que sea de 12, cerrándole el camino al sector pesquero que está a punto de hundirse, sobre todo al sur del país”.
Fuente
¿En serio PRODUCE se impuso ante una recomendación científica del IMARPE? ¿Dónde se puede leer esa recomendación y esa supuesta imposición? En la administración pública todo lo que no proviene de una Resolución o decreto, no existe para efectos prácticos de ejecución. ¿Dónde se puede leer que PRODUCE ignoró una recomendación de IMARPE que está provocando el hundimiento del sector pesquero?
En el aviso siguiente, que fue colgado en Instagram, es evidente que lo que dice es desproporcionado en relación a la información de la cual se ha escrito en este artículo y constituye un claro intento de manipulación grosera y exagerada para influenciar a la opinión pública; pero en una indebida forma, por ser engañosa.
¿Se está hundiendo el sector pesquero por efecto de la talla mínima de la anchoveta y la imposibilidad de pesca dentro de las cinco millas en el sur? ¿Millones en juego por unos centímetros?
Fuente:
https://www.instagram.com/tucontribuyes/p/C4ghLvCv01h/?img_index=1
Se debe prestar especial atención al lobismo y a la actuación de los poderes fácticos en la pesquería peruana, a fin de proteger la sostenibilidad de nuestros recursos pesqueros.
https://revistapesca.blogspot.com/2023/04/peru-la-pesca-el-lobby-y-los-poderes.html
EL CONSUMO DE PESCADO
De acuerdo a cifras oficiales, tomadas de la página 98 del Anuario Estadístico Pesquero y Acuícola 2022 elaborado por el Ministerio de la producción, el consumo de pescado, aparente, per cápita en 2022 fue de 25 kilos por habitante, para el 2021 fue de 26.4 y para el 2020 fue de 27.4 según se ve en el siguiente cuadro:
Pero en la página 31 del mismo documento se lee:
“El consumo per cápita de pescado en el país durante el 2022 se estima alcanzó 17,5 kilogramos por habitante, con relación al año 2021, cuyo valor fue de 18,4 kilogramos”.
Podemos darnos cuenta de que en un mismo documento del Ministerio de la producción se muestran cifras diferentes del consumo per cápita de pescado, lo cual, obviamente, genera confusión y dudas.
En la página 32 del mismo Anuario de Produce, la descomposición por departamentos que muestra el siguiente cuadro no es coherente ni consistente con la de la página 98.
La ENAHO, (Encuesta Nacional de Hogares) que elabora el INEI, brinda cifras de consumo per cápita distintas a las de PRODUCE. Su data difiere de la que muestra el Anuario Estadístico Pesquero y Acuícola del PRODUCE, por lo menos la de la página 98, pero concuerda con la de la página 31. Pero, también tiene algunas inconsistencias según se aprecia.
Ambas entidades son organismos oficiales que proporcionan información diferente sobre un mismo rubro, el consumo per cápita de pescado.
Probablemente esto ocurre porque ambas utilizan métodos de medición diferentes.
Pero no explica por qué PRODUCE muestra cifras diferentes en un mismo documento de su propia autoría.
El problema es que finalmente… ¿Qué cifras se deben usar para propósitos de análisis o cualquier otro?
Cualquiera que sea la metodología, el asunto es que nos muestran que en el Perú cada habitante consume menos de 20 kilos de pescado por año.
Podemos fácilmente darnos cuenta de que, observar el consumo por departamentos, nos da una foto distinta a la del panorama nacional, más allá del problema de datos diferentes de dos fuentes oficiales diferentes.
Podemos ver que no es lo mismo hablar del consumo nacional que del consumo departamental. Igual que podemos ver que la “no” extracción de 963,000 toneladas de anchoveta, puede verse desde distintas ópticas.
El articulo completo en el siguiente link:
https://revistapesca.blogspot.com/2024/03/peru-pesca-y-alimentacion-en-2024.html
Y en PDF se puede bajar en el siguiente link: