Perú tiene condiciones para ser el principal exportador de etanol en la región

El Perú tiene el potencial agrario para convertirse en el principal país exportador de etanol de segunda generación en América Latina, debido a sus numerosos campos de producción de caña de azúcar, sostuvo el director ejecutivo de Arreglo Productivo Local de Alcohol (APLA), Flavio Castellar. «Tiene alrededor de 12 empresas azucareras que podrían ampliar sus operaciones pasando a la fase de producción de etanol y energía eléctrica, además de mantener la producción de azúcar», manifestó Castellar.

Explicó que, como resultado del uso de prácticas medioambientales, la demanda internacional por esta fuente de energía está en aumento, lo cual se constituye en un factor de importancia para los potenciales inversionistas que están en la búsqueda de nuevas oportunidades.

Destacó que algunos de los principales países compradores de etanol en el mundo son Estados Unidos, Japón, China y los países europeos. Sin embargo, Castellar resaltó que cada vez hay más empresas que buscan incorporar esta fuente de energía en su matriz energética.

Comentó que, como resultado de sus diversas visitas al Perú, tiene conversaciones avanzadas con el Grupo Gloria para el aprovisionamiento de maquinaria y tecnología desarrollada para la producción de etanol en forma competitiva. Agregó que otras azucareras con ventajas para explorar esta producción son Paramonga, el Grupo Oviedo, Andahuasi, Pucalá y Tumán.

En este caso, dijo que lo más conveniente es optar por la producción diversificada, es decir producir azúcar, etanol y energía eléctrica en base a este insumo. «Esto ayuda a tener operaciones más sostenibles en el tiempo», consideró.

Añadió que el etanol puede ser utilizado como combustible para aviones, desarrollar la bioquímica y el plástico verde (de gran demanda internacional), entre otros productos. Castellar destacó que otra de las ventajas de desarrollar esta industria en el Perú es su capacidad para la generación de puestos de trabajo directos. Así, por cada millón de dólares invertidos en esta industria se logran crear 100 empleos por lo menos, detalló. «Solo para la instalación de una planta destinada a la producción de etanol de segunda generación se necesita alrededor de US$ 350 millones», manifestó el ejecutivo.

Subrayó que haber pasado a la producción de etanol de segunda generación implica la generación de un producto más competitivo, debido a que utiliza el bagazo de la caña de azúcar, lo que antes era considerado producto de desecho.

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