Producción: La actividad minera metálica crecería 4% en el 2018. No lograría replicar las tasas de dos dígitos de 2015 y 2016, pero reportaría un dinamismo mayor al de 2017 (3,2%). Son dos los factores, el primero la producción a plena capacidad en Las Bambas y Cerro Verde, y la recuperación del dinamismo de Antamina; y el segundo es el inicio de Tambomayo de Buenaventura, Marca Punta Norte de El Brocal, la ampliación de Toquepala de SPCC y los relaves de Shouxin de Shougang. Todo ello dominado por la expectativa de alza continua en los precios de los metales.
Precios: El rally alcista tiene un buen soporte en el sostenido desbalance entre la débil oferta de metales y la robusta demanda. Hay factores cíclicos y estructurales que apuntan al avance de los precios durante éste y los próximos años. Entre los cíclicos tenemos la mayor demanda del sector manufacturero chino, las mejores perspectivas económicas de EEUU y Zona Euro y la debilidad del dólar, además del impedimento de la refinación secundaria en China y la complicada negociación de ajustes salariales entre las mineras chilenas y los sindicatos de trabajadores mineros. En lo estructural tenemos el descenso dramático de las leyes del mineral, la necesidad de más tiempo para concretar grandes proyectos mineros hoy en día y la reforma impositiva que se pretende aprobar en Rusia y que afectaría a los lingotes de oro. Respecto a los tres metales más importantes: el precio del cobre promediaría un crecimiento del 9% en el 2018 y el del oro debería cerrar promediando un alza en torno al 11%, y el de la plata se revalorizaría 6%.
Inversiones: En 2018 sólo se tendrá el inicio de construcción de un proyecto de clase mundial, este será el de Quellaveco de Anglo American con una inversión de US$ 5.000 millones en 4 años. Después, los otros proyectos son importantes, pero de menor volumen de producción, como Pampas del Pongo de Jinzhao Mining Perú por US$ 2.500 millones en 2 años, la ampliación de Toromocho de Chinalco por US$ 1.320 millones en 3 años, Justa de Minsur con una inversión de US$ 1.300 en 2 años, Corani de Bear Creek por US$ 700 millones en 4 años y Magistral de Milpo con una inversión de US$ 480 millones en 2 años, además de Michiquillay por US$ 1.950 millones en 3 años y muy probablemente Tía María de SPCC por US$ 1.400 millones en 3 años.
Perú vs Chile: Perú fue más dinámico que Chile en el último quinquenio, pero ahora los inversores en minería son más optimistas con respecto a Chile luego de que Piñera ganara las elecciones presidenciales a fines de 2017, lo que genera un riesgo de mediano plazo para la atractividad de la actividad minera local. En Perú se ha avanzado en mejorar algunos temas normativos que eran freno para la inversión, pero para contrarrestar el despertar chileno, se necesita además de mejorar los temas normativos, continuar con la reducción de los costos operativos y plantear soluciones creativas, en conjunto con el Gobierno, para que los plazos de entrega de las licencias sociales sean cada vez más reducidos.