Latinoamérica será la última región del mundo que regresará a los niveles de viajes aéreos previos al coronavirus, debido a que esta región tardará seis años en recuperarse; las regiones de Estados Unidos, Canadá y Asia Pacífico no tomarán más de cuatro; y Europa necesitaría cinco años y medio. La proyección para el 2021 es aún más desfavorable, pues este será el fondo de la crisis, con una demanda de pasajes que se hundirá 62%, lo cual obligará a las aerolíneas a reducir sus flotas y causar un efecto dominó en la economía: si hay menos aviones, tienes menos pilotos, menos personal de cabina, y esos despidos serán permanentes. En cuanto a la recuperación, esta será de largo aliento y pondrá un mayor estrés sobre las aerolíneas de América Latina que ya se encontraban en una posición frágil, como es el caso de Avianca Holdings de Colombia, la cual solicitó la bancarrota el pasado domingo y sus rivales están rezando por un rescate. Finalmente, los viajes domésticos se recuperarán más rápido en todo el mundo comparado con los viajes de larga distancia (un año más), lo que pone en riesgo la demanda por aviones grandes para largas distancias de Boeing Co o Airbus.
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