Actualmente, la cantidad de mujeres afiliadas al sistema nacional de pensiones asciende a 2,5 millones de trabajadoras lo que representa una tasa anual de crecimiento de 48% en promedio de los últimos 25 años.
En los últimos años se pueden observar algunos cambios específicos. En primer lugar, las mujeres ingresan al sistema de pensiones cada vez más jóvenes lo que implica que las mujeres consiguen un trabajo formal a más temprana edad, hace 17 años solo el 39% de las mujeres afiliadas eran menores de 25 años, actualmente el 58% de las afiliadas lo son.
Por otro lado, los trabajadores dependientes e independientes presentaron una densidad de cotización de 64% y 80% respectivamente donde ambos tiene una gran proporción que aporta más de una vez al mes.
Esta tendencia se mantiene tanto para los trabajadores que ganan más que la remuneración mínima vital como las que ganan ese sueldo al mes, lo que implica que la cultura de ahorro ha aumentado en la población activa femenina durante los últimos años.