A partir del 2021, la Unión Europea realizará cambios en las normas de producción orgánica pasando de centrarse en la certificación del sistema de producción hacia la verificación del producto final. De esta manera, a pesar de contar con una certificación orgánica, el producto será testeado para verificar que no haya rastros de glifosato, en caso sea así seria comercializado como un producto convencional.
Este cambio afectaría a los productores nacionales ya que algunos de los cafés peruanos presentarían rastros de este químico, lo que significa una considerable perdida en los precios. Un escenario parecido se presenta con el cacao que viene siendo inspeccionado ante la presencia de cadmio en los envíos.